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Argentina
30 de noviembre de 2019
JUGADAS

El macrismo sale con los tapones de punta en Boca

En las últimas horas, la Junta Electoral del Club Atlético Boca Juniors entró en juego para sentar posición en la disputa entre el oficialismo y la unidad de la oposición con Juan Román Riquelme como principal figuras. Trabas para la lista del ídolo.

El macrismo sale con los tapones de punta en Boca
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A una semana de las elecciones que definirá el futuro del Club Atlético Boca Juniors, la presión del oficialismo sobre la jugada estratégica de la oposición con el sello del peronismo comenzó a hacerse notar. Es que, la lista de Jorge Ameal, “Identidad Xeneixe”, con Juan Román Riquelme como figura central, recibió noticias negativas de parte de la Junta Electoral de la institución.

El ex secretario general del “Xeneixe” y actual titular de la Junta, Carlos Aguas, prohibió que la papeleta de la oposición al macrismo boquense lleve una figura de la camiseta del enganche. Claro está, Aguas responde directamente al macrismo institucional que promueve la candidatura del actual titular del Instituto de Previsión Social de la Provincia, Christian Gribaudo.

Así, desde la principal oposición que engloba tanto a peronistas del riñón del próximo presidente electo, Alberto Fernández, hasta diputados del PRO como Daniel Ivoskus, acusaron la prohibición como un manotazo de ahogado del oficialismo para revertir las tendencias negativas. Es que, en el mundo boquense se habla de un cambio de época. “Ya está, ya ganamos la elección. No tienen chances”, sostuvo a este medio un integrante de la lista de Ameal y Riquelme que fue acercado por el entorno del ex enganche. Los ánimos no solamente se palpan en la nómina de “Identidad Xeneixe” sino que también ocurre en el macrismo.

De esa manera, la jugada con signos del peronismo nacional, se acerca a la fecha de las elecciones y se consolida. Vale recordar que, tal como detalló LaTecla.info en sus informes especiales, Alberto Fernández tuvo un rol central en la consolidación de la fuerza que disputará el poder contra la cuna del macrismo.

Es que, Alberto guardó una carta para jugar en su mano a mano contra Macri casi con la misma obsesión que con la que buscó quedarse con la llave de la Casa Rosada. El deseo del presidente electo es acabar con el largo período de dominio macrista en la institución que sirvió como puntal del proyecto político que el por ahora presidente trasladó a la Ciudad de Buenos Aires y más tarde llegó al sillón de Rivadavia.

Claro está, si bien Macri dejó la presidencia del club desde hace varios años, sus sucesores siempre fueron hombres puestos por él. Por caso, Daniel Angelici quien abandonará su cargo en diciembre próximo, es uno de los principales operadores judiciales del Jefe de Estado.

El dominio de Macri en Boca se extendió a pesar de su paso al costado. En ese sentido, el ex Jefe de Gabinete de Néstor Kirchner quiere el “tiro de gracia” para el macrismo y derrotarlo en su propia cuna.

El deseo de Alberto no es un simple capricho de ambición en la búsqueda de ir por todo, sino que se apuntaló en el pobre presente deportivo del club. El lema de Angelici en 2011 cuando Macri lo bendijo como su reemplazante fue: “renova el pasaporte, del resto nos ocupamos nosotros”. De esa manera, la promesa de campaña se refería al regreso de Boca Juniors en el título más importante, el Mundial de Clubes.

No solo no pasó, sino que el derrotero lo ubicó en una serie de manos a manos perdidas contra su eterno rival, River Plate. La frutilla del postre, la final de la Copa Libertadores 2018 en Madrid que “el Millonario” ganó 3 a 1. La herida nunca cerró, sino que se agrandó. En la última edición del torneo internacional, el equipo de Núñez volvió a dejar al Xeneixe con las manos vacías, lo eliminó y lo dejó sin final.

El tendal de cachetazos deportivos y el descontento del hincha que en los últimos partidos vibró al grito de “Boca va a salir campeón el día que se vayan todos los hijos de pxxx de la comisión”, propulsó las ganas del futuro presidente de buscar un batacazo histórico. Ganar las elecciones “bosteras” no es sencillo, pero la estrategia del hincha de Argentinos Juniors se centralizó dos ejes para alcanzar la victoria.

En la misma línea que lo ocurrido en los comicios nacionales, la unidad de la oposición fue la principal punta de lanza del plan de Alberto. Para ello, designó dos caras visibles y un operador desde las sombras que es el verdadero artífice de las jugadas políticas. El sindicalista Víctor Santa María y el senador bonaerense de La Cámpora, Santiago Carreras son las dos figuras que ponen el pecho. Claro, ambos ya tuvieron ambición en el “Xeneixe”, pusieron sus nombres en carteles y cuentan con conocimiento que ayuda a evitar el duro de trabajo de instalar una nueva figura.

Tal como informó LaTecla.info, el monje negro detrás de la jugada en la ribera porteña es nada más y nada menos que el diputado Juan Cabandié. Vale recordar que, Cabandié es uno de los artífices de la recomposición de la amistad entre Alberto y Cristina Fernández que derivó en la unidad del peronismo.

Con el nieto restituido como flamante operador del “albertismo”, el peronismo buscó equipara el proceso de unidad de la oposición para enfrentar a Christian Gribaudo, actual titular del Instituto de Previsión Social (IPS) y el anotado por el macrismo para ser el sucesor de Angelici. Para ello, el objetivo era que los otros inscriptos para la disputa, Jorge Amor Ameal y José Beraldi, unifiquen criterios con Santa María, el cuarto inscripto. La unidad del tridente “A-B-SM” no se dio y Beraldi mantuvo sus ambiciones.

Con la imposibilidad de avanzar en la unidad de los tres frentes, Alberto y Cabandié guardaron un as bajo la manga que hace honor a los años de operador político del futuro presidente. Juan Román Riquelme, es la carta ganadora que impulsó el peronismo. El máximo ídolo de la hinchada de Boca, que llegó a tomar postura a su favor y en detrimento del mejor de todos los tiempos, Diego Maradona, tiene un rol central. El nexo, una vez más, fue Cabandié, quien tiene relación directa con el último “diez” bostero. Claro está, Sergio Massa, también hizo lo suyo.

En las filas del peronismo consideran que el ídolo que se anotó como candidato de Ameal, tendría autonomía y sería la manera de dejar de lado a las gestiones de Macri. Los años venideros servirían para impulsar un proyecto que de por acabado al ex jefe de Gobierno porteño, ya sea con un candidato propio o con la apropiación de una eventual presidencia de Román. De esa manera, el peronismo lo contaría como un triunfo más sobre Macri.

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