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La Tecla
Redacción
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Inés Estevez: "Hay que saber adaptarse"
Mientras trabaja en el género canción, oficia en el séptimo arte, transita sus puestas en escena y ejerce como docente , la artista se expresó sobre el camino recorrido. Por otra parte, presentó el show de jazz que dará junto su formación musical en el mes de la mujer
Con un intenso recorrido en teatro, cine, televisión como también en la música y la escritura, Inés Estevez, se convirtió en una de las mejores artistas de su generación. En diálogo con La Tecla, la actriz habló sobre sus proyectos presentes y los que vendrán a futuro. Además se refirió a su trabajo en la ficción “Pequeña Victoria”, la primera que trató la temática sobre la subrogación de vientre.
-¿Bajo qué proyectos estarás trabajando este año?
- En marzo, lanzo mis seminarios habituales de interpretación para teatro y cine (formacionactoral@gmail.com). Es un sistema propio que imparto desde hace 12 años. Por otra parte, en Microteatro estreno "El coro", una obra que dirijo, dos de los actores son ex alumnos y eso me enorgullece mucho. Tengo proyectos de cine: una película que se rueda en Rosario, otra para fin de año y un guión hermoso de María Victoria Menis que aún no tiene fecha de rodaje. Sigo adelante con mi banda de jazz y estoy promocionando la primera fecha de la temporada en el mes de la mujer en el Torquato Tasso el sábado14 de marzo con la novedad de Bossa y Boleros. También, el 12 de marzo se estrena “Ni héroe ni traidor”, un film de Nicolás Savignone, con Juan Grandinetti como protagonista, Rafael Spregelburd y gran elenco.
-¿De qué manera concebís a las nuevas formas de producción para series y televisión?
- Me parece que todo evoluciona y los formatos se modifican. En el proceso se pierden y se ganan cosas. Creo que hay que saber adaptarse sin perder la esencia, que reside en el respeto por la sustancia y el contenido de lo que se vaya a transmitir.
-¿Cuál es tu opinión sobre la maternidad?
- Está sobrevaluada y romantizada, es un error absoluto que nos exige a las mujeres una perfección irrisoria, y a las más inexpertas les hace creer que la realización personal depende de cumplir con ese rol. La maternidad es un puesto irrenunciable para el cual nadie está preparado, se aprende transitándolo, cada error supone un nuevo esfuerzo y eso es agotador. Tengo el plus de la discapacidad (N.de.R: sus dos hijas tienen capacidades diferentes) y ese detalle a veces me pesa mucho. Con esto quiero decir que mi maternidad es hermosa y la disfruto por momentos pero que nos atrevamos de una buena vez a definir el rol con lo que conlleva: una absoluta responsabilidad en la vida de un ser humano en construcción. Bello y nada fácil.
-¿Qué podés contarnos sobre tus hijas, Cielo y Vida?
- Están evolucionando a su ritmo, muy activas y luminosas. Son niñas felices. Y es lo único que importa.
-¿Cómo te preparás para el ciclo musical en el próximo marzo?
- Voy con el Trío inicial de Piano, contrabajo y batería, con Mariano Agustoni, Ezequiel Dutil y Javier Martinez Vallejos, enormes músicos, pero hice algunas pruebas este verano para un quinteto sumando a Yamile Burich, una saxofonista que tiene su propio grupo y es una aplanadora, además de Sebastián Valsecchi un guitarrista de un talento único. La idea es largar temporada en el Tasso con el trío y probar música en castellano, no solo en inglés o jazz, para definir el futuro con el quinteto. Ya probamos otros géneros musicales en el ciclo de música de cine que hicimos en diciembre en Bebop Club y en el verano en Club Thelonious.
-¿Bajo qué proyectos estarás trabajando este año?
- En marzo, lanzo mis seminarios habituales de interpretación para teatro y cine (formacionactoral@gmail.com). Es un sistema propio que imparto desde hace 12 años. Por otra parte, en Microteatro estreno "El coro", una obra que dirijo, dos de los actores son ex alumnos y eso me enorgullece mucho. Tengo proyectos de cine: una película que se rueda en Rosario, otra para fin de año y un guión hermoso de María Victoria Menis que aún no tiene fecha de rodaje. Sigo adelante con mi banda de jazz y estoy promocionando la primera fecha de la temporada en el mes de la mujer en el Torquato Tasso el sábado14 de marzo con la novedad de Bossa y Boleros. También, el 12 de marzo se estrena “Ni héroe ni traidor”, un film de Nicolás Savignone, con Juan Grandinetti como protagonista, Rafael Spregelburd y gran elenco.
-¿De qué manera concebís a las nuevas formas de producción para series y televisión?
- Me parece que todo evoluciona y los formatos se modifican. En el proceso se pierden y se ganan cosas. Creo que hay que saber adaptarse sin perder la esencia, que reside en el respeto por la sustancia y el contenido de lo que se vaya a transmitir.
-¿Cuál es tu opinión sobre la maternidad?
- Está sobrevaluada y romantizada, es un error absoluto que nos exige a las mujeres una perfección irrisoria, y a las más inexpertas les hace creer que la realización personal depende de cumplir con ese rol. La maternidad es un puesto irrenunciable para el cual nadie está preparado, se aprende transitándolo, cada error supone un nuevo esfuerzo y eso es agotador. Tengo el plus de la discapacidad (N.de.R: sus dos hijas tienen capacidades diferentes) y ese detalle a veces me pesa mucho. Con esto quiero decir que mi maternidad es hermosa y la disfruto por momentos pero que nos atrevamos de una buena vez a definir el rol con lo que conlleva: una absoluta responsabilidad en la vida de un ser humano en construcción. Bello y nada fácil.
-¿Qué podés contarnos sobre tus hijas, Cielo y Vida?
- Están evolucionando a su ritmo, muy activas y luminosas. Son niñas felices. Y es lo único que importa.
-¿Cómo te preparás para el ciclo musical en el próximo marzo?
- Voy con el Trío inicial de Piano, contrabajo y batería, con Mariano Agustoni, Ezequiel Dutil y Javier Martinez Vallejos, enormes músicos, pero hice algunas pruebas este verano para un quinteto sumando a Yamile Burich, una saxofonista que tiene su propio grupo y es una aplanadora, además de Sebastián Valsecchi un guitarrista de un talento único. La idea es largar temporada en el Tasso con el trío y probar música en castellano, no solo en inglés o jazz, para definir el futuro con el quinteto. Ya probamos otros géneros musicales en el ciclo de música de cine que hicimos en diciembre en Bebop Club y en el verano en Club Thelonious.