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Miércoles, 25 diciembre 2024
Argentina
31 de diciembre de 1969
Informe

La historia de nunca acabar Interior vs Conurbano

La Federación Argentina de Municipios no pudo escapar a la pelea histórica entre los jefes comunales del interior y el conurbano. Con timidez, los intendentes comenzaron a reclamar una Federación que contemple a los distritos alejados de la Capital

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Néstor Kirchner supo conquistar a los jefes comunales de todo el país. La relación directa con cada uno de los intendentes en tiempos de recupe-ración económica, y con la obra pública como su caballito de batalla, hizo que

los alcaldes protejan cada una de las decisiones del Gobierno nacional.

La Federación Argentina de Municipios (FAM), que nuclea a los jefes comunales de todo el país, siempre mantuvo posturas uniformes. El apoyo a las políticas impulsadas por el matrinomio presidencial nunca produjo fisuras en la entidad, pese a los distintos partidos políticos que la integran.

Los dos referentes máximos de la FAM, con absoluta llegada a los K, son el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, y el jefe comunal de Ituzaingó, Alberto Descalzo. Ellos son quienes llevan la voz cantante de los cientos de alcaldes a los que representan.

En 2007, ya en tiempos de campaña, la FAM funcionó como una importante corporación del aparato kirchnerista en la escena preelectoral. El escenario que brindó no es menor: el apoyo de cientos de jefes comunales de todo el país y los infaltables barones del Conurbano, cuyos feudos aportan un importante caudal de votos.

El punto de quiebre

Con la llegada de Cristina Fernández de Kirchner apareció la primer fisura. La pelea del Gobierno nacional con el sector agropecuario produjo un quiebre en una liga que hasta el momento se mostraba inflexible. Las retenciones a

la soja fueron el disparador de críticas, aunque no ásperas, ya que pocos se atreven a mostrar fervientemente su disconformidad.

Los intendentes del interior de la pro-vincia de Buenos Aires, gobernantes de distritos donde la principal actividad económica es la producción agropecuaria, comenzaron a hacer escuchar su voz, inquietos por la medida de Nación. Además de buscar un intermediario en el gobierno provincial, mostraron su descontento con los soldados del PJ del Conurbano, quienes en nombre de la FAM no dudaron un segundo en mostrar su apoyo a la Presidenta.

Es que esta vez la disciplina política

se enredó con el reclamo de los vecinos dedicados a la actividad agraria que piden el acompañamiento del jefe de su distrito.

Mientras los dueños del Conurbano estaban presentes en cada discurso de la Presidenta, muchos jefes comunales de un interior con caos corrían a sus municipalidades para calmar los ánimos de los pequeños productores que llevaban sus protestas frente a la intendencia.

Una FAM del interior

En medio de la tímida irritación de muchos intendentes, surgió una frase que preocupó a los líderes de la liga de jefes comunales. “Queremos una Federación que nos represente, y si es necesario planteamos crear una FAM del in-terior, porque evidentemente tenemos intereses diferentes”, disparó un alcalde cuyo distrito se alzó en contra de las re-tenciones.

Sin embargo, las cabezas de la FAM saben contener a sus compañeros. Escucharon atentamente a los intendentes del interior e inmediatamente pusieron manos a la obra para establecer subdelegaciones y comisiones dentro de la FAM.

La promesa fue que estas subdelegaciones y comisiones sean encabezadas por intendentes del interior, quienes exigen tener mayor presencia en el juego. En esto está trabajando fuertemente Alberto Descalzo, elegido como presidente de la FAM de la provincia de Buenos Aires.

“Cada lugar tiene su problemática, con la soja, el petróleo o la minería. Pero coincidimos en que todos apoyamos a Cristina”, señaló Descalzo ante los in-tendentes que escucharon sus palabras

y comenzaron a templar diferencias, sin antes advertirles que ante un próximo enfrentamiento entre el campo y el Go-bierno nacional la FAM deberá contemplar su situación.

Conflicto en puerta

La invitación a que una de las nuevas subdelegaciones creadas se ocupe de concentrar los reclamos por el conflicto con el sector agropecuario, entusiasmó

a los jefes comunales del interior. Los intendentes desean ponerse a trabajar inmediatamente en este tema. Advierten

-como se lo hicieron saber a Descalzo- que los ánimos en sus distritos están sosegados, pero saben que el reclamo volverá a las calles.

“Lo que buscamos es que se tengan en cuenta las realidades de nuestros distritos. La idea no es que en la Rosada entren los intendentes del Conurbano para dar su apoyo, la idea es que quienes tengan acceso directo a la Presidenta puedan describir la situación de todos los distritos a quienes nuclea la Federación, y no sólo demostrar que son los dueños de fuertes territorios que brindan su apoyo incondicional a las políticas implementadas”, comenta uno de los intendentes que propuso la FAM del interior.

Esta vez, la retraída pelea interior vs conurbano se vive dentro de la Federación Argentina de Municipios. Aunque navegue por aguas mansas, esta histórica contienda está lejos de finalizar. Incluso muchos se animan a señalarla como necesaria e imprescindible dentro de las reglas de juego de la difícil política bonaerense.

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