Se habría detectado la operación de un buque de gran porte sin estar registrado. Habría ocurrido a mediados de noviembre y se habla de la presunta carga de tres contenedores. Desconcierto en la conducción del Consorcio Portuario.
Los mitos y leyendas que forman parte de la vida del Puerto de Mar del Plata habrían sumado un nuevo capítulo en las últimas semanas, luego de la presunta operación de un buque de 200 metros de eslora durante la madrugada y sin estar registrado. El mismo habría cargado tres contenedores sin pasar por las inspecciones de rutina y el escándalo llegó poco después a lo más alto de la conducción del Consorcio Portuario, donde reina el desconcierto.
Diversas fuentes consultados por La Tecla coincidieron en ubicar el presunto episodio en la semana del 16 de noviembre en la Terminal de Contenedores 2, donde un buque de 200 metros de eslora operó entre la madrugada y las primeras horas del día, en la cual cargó un total de tres contenedores que nunca fueron inspeccionados ni por Aduana ni por Prefectura. La operatoria, precisamente, se dio en horas de la noche para evitar dichos controles y se estiró más de lo debido a causa de retrasos logísticos, culminando cerca de las 6 hs
La situación incluso pudo haber tenido mayores repercusiones porque una de las grúas que intervino en la maniobra casi cae al agua, lo que hubiera generado problemas logísticos de gran dimensión a la Terminal de Contenedores 2.
Debido a este retraso, la operación clandestina fue descubierta por trabajadores portuarios ajenos al movimiento, que dieron cuenta de la situación tanto a los referentes de la estiba como al propio Consorcio Portuario. “Los de la estiba estaban que volaban de calentura”, confió una fuente reservada a este medio. En tanto, el presidente del Consorcio, Gabriel Felizia, fue anoticiado esa misma mañana a las 7.20. En principio, la versión que circuló es que se trataría de un cargamento de cables, aunque las sospechas sobre otro trasfondo se mantienen hasta la fecha.
Según los testimonios, los camiones que intervinieron en la operación no pertenecen al Puerto, por lo que se intenta determinar su identidad a partir del análisis de los registros fílmicos del circuito de cámaras del Consorcio y de la TC2. No se descarta tampoco que se pida apoyo al Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) de la Municipalidad de Mar del Plata, para analizar las cámaras de la zona.
Este nuevo episodio pone sobre la lupa a la gestión provincial portuaria al mando de Felizia. “No es lo que hicieron, sino lo que no se hizo para evitar este tipo de situaciones”, graficaron a La Tecla. Las miradas también se posan sobre los organismos de control, tanto Aduana como Prefectura, principalmente.
Bajo la sombra del 2018
La situación con el barco fantasma trajo a la memoria lo ocurrido en octubre de 2018, cuando la Dirección de Protección Marítima y Puertos de la Prefectura Naval Argentina retiró la certificación que dotaba al puerto local del código PBIP Código de Protección de Buques e Instalaciones Portuarias, al que había accedido en 2004.
Esa certificación se impuso luego de 2001 con el ataque a las Torres Gemelas por impulso de la Organización Marítima Internacional (OMI) y para combatir al terrorismo internacional, en vinculación con otros delitos como el narcotráfico. En el caso puntual de Mar del Plata, se constató falencias en el sistema de barreras de ingreso al área restringida, en el circuito de cámaras y en el sistema de alarmas, según trascendió extraoficialmente en ese entonces tras la auditoria de Prefectura.
Tras algunas obras, a fines de ese mes el puerto recobró la certificación internacional, aunque ello no impidió que se refuerce la pregunta sobre el control al desarrollo de ilícitos de gravedad.