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Jueves, 26 diciembre 2024
Argentina
16 de mayo de 2021
ENTREVISTA A JORGE SARGHINI

 “La Provincia debería haber sido mucho más enfática en plantear la discriminación que sufre”

El exministro de economía Bonaerense y actual diputado nacional por Consenso Federal habló con La Tecla de la situación política y financiera del país y de la Provincia. Además, criticó la gestión por la deuda provincial y habló del Conurbano, la opción de la tercera vía y la representación política en el Congreso

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-¿Qué análisis hace de la situación actual, desde el punto de vista político y económico?
-Más allá de la pandemia, y teniendo en claro los inconvenientes que ella genera, esperaba una mejor performance del Gobierno, tanto en lo político como en materia económica. En lo político porque abrigaba la expectativa de que se iniciara un camino de mayor encuentro entre los argentinos, y que se empezara a salir de esa lógica polarizadora que rigió la acción política de los últimos tiempos, que fue muy funcional tanto para el Frente de Todos como para Juntos por el Cambio, pero muy poco útil para encontrar los acuerdos necesarios para un buen gobierno. 

-¿Y en lo económico?
-En lo económico, si bien no se me escapan las dificultades de la crisis, la situación previa a la que este gobierno se hiciera cargo ya era muy compleja por consecuencia, de mínima, de los dos gobiernos anteriores. Aun entendiendo eso esperaba que el gobierno diera señales de una salida más racional cuando la situación sanitaria lo permitiera. No le pido que resuelva la totalidad de los problemas en medio de las dificultades de la pandemia, pero sí hubiese querido ver señales que me hicieran pensar que, cuando la situación sanitaria lo permitiera, la Argentina iba a entrar en un proceso de ruptura respecto a la decadencia de la última década. Es lo que no he visto y lo que me lleva a tener una suerte de balance negativo.

-¿La pandemia también puede ser una excusa como para dejar algunas cuestiones económicas sin atender?
-En toda crisis siempre hay una tendencia natural a darle una mayor prioridad al corto plazo. Como distribuye costos, y no beneficios, exige tener una particular atención en la equidad, a veces descuidando algún aspecto vinculado a la eficiencia. Pero un gobierno, aún en el medio de la crisis, siempre tiene que arbitrar entre el corto y largo plazo y arbitrar entre eficiencia y equidad. Puede que la crisis induzca a ciertas prioridades de urgencia y cómo se reparten más equitativamente los costos, pero nunca debe hacerse olvidando el día después y con medidas que complejicen el futuro. Puede justificar ciertas cosas la pandemia, pero no todo. 

-¿Cómo ve la economía de la Provincia?
-Más que nunca, en pandemia, está absolutamente atada a lo que pasa con la economía nacional. Sabemos que es una provincia discriminada en el sistema de reparto, que se disimula en tiempos de bonanza, cuando la economía y la recaudación crecen, y se acentúa en los momentos de crisis. Por lo tanto, si bien siempre tiene una dependencia fuerte del funcionamiento de la economía a nivel nacional y del acompañamiento del gobierno nacional, en crisis mucho más. Entonces, es difícil juzgar la economía de la Provincia que no sea de una manera absolutamente acoplada a la nacional. No es casual que la provincia de Buenos Aires, más allá de las razones de intencionalidad política, es la más asistida en cuanto a recursos.

-Nación giró como nunca antes fondos a la Provincia, ¿eso se ve en la gestión?
-Es apenas para sostener el mínimo funcionamiento que la pandemia exige. Es difícil juzgar qué pasa con el sistema de salud si no se comprende que está absolutamente tomado por las exigencias de la pandemia. Es muy difícil juzgar el funcionamiento del sistema educativo cuando las escuelas están cerradas; o juzgar un programa de inversión pública cuando prácticamente todos los recursos se los llevan las necesidades y urgencias de los gastos corrientes. En este caso sí creo que la situación especial que se vive no permite hacer un juicio claro, y probablemente pueda estar disimulando déficits de gestión que se ponen de manifiesto cuando se corre el tema de la crisis. 

 “La Provincia debería haber sido mucho más enfática en plantear la discriminación que sufre”

-¿Es lógico patear 17 veces la negociación de la deuda?
-No veo que haya sido una buena gestión de la deuda. A mi criterio, la negociación que hizo el gobierno nacional fue buena, más allá de que algunos de los beneficios que podía tener no llegaron, como por ejemplo una reducción importante del Riego País, y por lo tanto de la tasa de interés que tiene impacto en el sector privado; o una menor tensión cambiaria. Y detrás de esa buena negociación uno esperaba que se colara la Provincia y se ajustara a una negociación con características similares. Eso no se dio y creo que merece una visión crítica.  
-¿Técnicamente la Provincia está en default?
-Técnicamente no, pero está sufriendo las mismas consecuencias del default.

-¿Qué le provoca, como hombre de la política, que haya 40 por ciento de pobreza?
-Me siento absolutamente interpelado. No por la coyuntura, sino porque siento ser parte de una generación política que no puede menos que sentirse interpelada, porque ese nivel de pobreza en el regreso de la democracia era del 16%, entonces está claro que hemos hecho muchas cosas mal para que el nivel de pobreza y el de distribución de la riqueza sea el que es. Y lo más preocupante es que no se observa, en el debate político, un diagnóstico adecuado para iniciar un camino que revierta ese proceso negativo. 

-¿El tema está fuera de debate?
-No noto, en quienes gobernaron en los últimos cuatro años la autocrítica que deberían hacerse, y también me preocupa del actual gobierno que va sesgando la política económica hacia un horizonte que mucho se asemeja al segundo período del gobierno de Cristina Fernández, que también fracasó. Por lo tanto, no veo que las dos grandes minorías estén planteando el debate adecuado para revertir esto que debería interpelar a todos. Si este estado de la situación social de Argentina no nos llama a la unidad, ¿qué debe pasarnos para que esa unidad sea posible? Al menos unidad en el diagnóstico de los principales problemas, y unidad en cuanto al acuerdo de las políticas adecuadas para resolver esos problemas. 

-¿Se está perdiendo una gran oportunidad?
-Siempre que se demora tiempo para alcanzar esos acuerdos e hincarle el diente a estos temas pendientes se está perdiendo una oportunidad. Y desde hace tiempo que la Argentina no encuentra ese camino.


“El Conurbano es un problema nacional”

 “La Provincia debería haber sido mucho más enfática en plantear la discriminación que sufre”

-¿El conurbano no tiene solución? 
-El Conurbano es un problema nacional, abordarlo con éxito trasciende a las posibilidades de la Provincia. La única vez que se lo interpretó, y no fue muy bien aceptado por el resto del país, fue cuando se creó el Fondo del Conurbano Bonaerense, que surgió de la interpretación de que era un problema nacional. Naturalmente, desde un federalismo bien entendido y un crecimiento regional bien distribuido, se hubiesen evitado parte de los problemas que hoy tenemos, y pasarían a ser el principio de la solución de los problemas que el propio Conurbano genera. Y eso que en muchísimos casos hubo y hay muy buenas y muy comprometidas gestiones municipales, que han sabido contener la conflictividad y morigerar parte de los costos sociales que han traído los errores en política económica.

-¿Cuáles debieran ser las prioridades más allá de la pandemia, qué es lo que se está desenfocando?
-Lo que no ha encontrado la Argentina en materia económica para que la problemática social vaya disminuyendo es el crecimiento y la estabilidad de precios, que son condiciones necesarias para tener buenos resultados sociales. Esas condiciones no son suficientes, pero son absolutamente necesarias. La Argentina, desde el regreso de la democracia ha tenido un crecimiento per cápita que no llega al uno por ciento, con un promedio de inflación muy elevado en todo el períodos, salvo en el inicio de la convertibilidad y en el inicio de organización económica post convertibilidad. Tampoco se ha logrado un Estado eficiente en las prestaciones más esenciales, como la educación, la salud, la seguridad, y la infraestructura social. 


“La Provincia está subrepresentada en el Congreso”

 “La Provincia debería haber sido mucho más enfática en plantear la discriminación que sufre”
El interbloque de Consenso Federal que integra Sarghini

-¿Qué giro debería hacer la provincia desde el punto de vista económico, más allá de las cuestiones macro?
-La Provincia debería haber sido mucho más enfática en plantear la discriminación que surge del sistema de reparto de la renta nacional. Ese es un punto de partida importante, porque una provincia desfinanciada, por más eficiente que sean sus gestiones, siempre va a ser insuficiente para la solución de las demandas sociales. Otro debate que la Provincia no ha dado, y es de orden político, es que está subrepresentada en el Congreso nacional, y no es una cuestión menor, porque después uno se pregunta por qué tantos fondos o situaciones de ventajas regionales para otras provincias, y es porque son mejor representadas.

-¿Pero es un problema de cantidad o de calidad?
-Primero es de cantidad, porque la Provincia está subrepresentada, y es cierto que, en general, el peso de la provincia de Buenos Aires ha hecho que todas sus políticas se nacionalicen demasiado y se haya perdido también calidad de sus representantes. Y ojo que yo soy uno de ellos.

-Es que los diputados responden más a los designios de los espacios políticos a los que pertenecen que a la provincia que representan.
-Sí. Esto se observó mucho más a partir de que la Nación fue concentrando cada vez más recursos en detrimento de las provincias, y se agudizó eso de que nuestra provincia es la más discriminada. A mí, que ya estoy en el final de mi vida política, me tocó vivir tiempos en que los senadores se sentaban en la reunión de gabinete del Gobernador para conocer la problemática de la Provincia y trasladarlas. En el Consejo Federal de Inversiones los gobernadores se juntaban con el bloque de diputados cuando había que discutir temas de orden federal. Alcancé a ver una mayor identidad, donde los diputados representaban al pueblo de la Provincia con mucha más fuerza y los senadores representaban los intereses institucionales de la Provincia. Eso se fue diluyendo y uno fue observando que, fundamentalmente los pertenecientes al oficialismo, reciben más señales de hacia dónde ir desde Olivos o la Casa Rosada que desde la Gobernación.


“En los temas esenciales los acuerdos no se encuentran y en cuestiones electorales sí”

 “La Provincia debería haber sido mucho más enfática en plantear la discriminación que sufre”

-¿Qué opina del cambio en el cronograma electoral?
-No puedo disimular mi disgusto que tanto el Frente de Todos como Juntos por el Cambio, en lo que les interesa, se hayan puesto de acuerdo tan rápidamente, y no se puedan poner de acuerdo en cuestiones tan graves como qué hacer con las escuelas en medio de la pandemia. En los temas esenciales los acuerdos no se encuentran y en lo que concierne a cuestiones electorales, sin basamento de ningún tipo, se pusieron de acuerdo en la primera reunión que tuvieron; y sin convocar a las otras fuerzas políticas, de menor peso relativo pero que también representan a sectores de la sociedad. Esto demuestra que a la dirigencia política le resulta más fácil ponerse de acuerdo en las cosas que a ellos les interesan que en las que le interesan a la gente.

-¿Pero está bien que se haya cambiado la fecha?
-¿Qué fundamento sólido se puede tener para pensar que lo que no se puede en agosto se puede en septiembre y lo que no se puede en octubre se puede en noviembre? Esto no hace más que demostrar que en las dos fuerzas políticas necesitan de las PASO para poder seguir jugando a las identidades de cada sector que compone cada coalición, y para obturar la posibilidad de generación de terceras fuerzas. Dificulta la representación de las terceras fuerzas porque en las Primarias siempre las terceras fuerzas sacan más votos que en la General, porque prevalece el mal llamado “voto útil”, y pierde representatividad, lo que le sirve a los dos espacios mayoritarios. Yo no me animo a decir que en septiembre vamos a estar en condiciones para que las elecciones se hagan sin ningún riesgo sanitario, pero parece que Juntos por el Cambio y el Frente de Todos sí pueden decirlo.



“Una parte muy importante de la sociedad no se siente representada por la polarización”

 “La Provincia debería haber sido mucho más enfática en plantear la discriminación que sufre”

-¿Hay lugar para una tercera vía en la política para meterse en el medio de la grieta?
-Lo que esté a mi alcance para aportar en la construcción de una tercera fuerza, que trate de diluir los efectos negativos de la grieta y la polarización, lo voy a hacer. Lo voy a hacer sin ninguna expectativa personal respecto del futuro, de hecho tengo la decisión tomada de no ir en la búsqueda de un lugar en esa tercera fuerza; pero lo voy a hacer absolutamente convencido de que si creciera esa alternativa sería muy bueno para el país, para evitar que la agenda esté tomada, como lo está, por las posiciones más extremas de grieta. En cuanto a la viabilidad, creo que la demanda social para eso está. Estoy convencido de que una parte muy importante de la sociedad no se siente representada por la polarización. Hasta ahora, esas terceras vías han tenido dificultades pero creo que es más un problema de oferta electoral, porque la demanda está. Habrá que ver si aparece esa capacidad para construir una fuerza que represente a ese sector de la sociedad.
 

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