Poco por Mar del Plata, la impronta de Pablo Obeid como legislador
En ocho meses de mandato, el senador marplatense no presentó un solo proyecto de ley en beneficio de la ciudad, mientras obtura la llegada de fondos y el avance de la municipalización de Punta Mogotes.
La pareja de Fernanda Raverta y una de las principales cabezas del Frente de Todos marplatense llegó a la Cámara Alta bonaerense en diciembre del año pasado junto a los legisladores locales Alejandro Rabinovich (Pro) y Ariel Martínez Bordaisco (UCR). Es el vicepresidente de la comisión de Asuntos Agrarios. Además, integra Obras y Servicios Públicos; Educación, Cultura, Ciencia y Técnica; Deportes; Industria y Minería; Seguridad;Transporte, puertos e intereses marítimos; y Comercio Interior.
Sin embargo, su nutrida presencia en las comisiones internas del Senado no ha tenido un correlato en beneficio para la ciudad. Obeid tan sólo presentó tres proyectos hasta el momento. Dos beneplácitos por el 100° aniversario de Peñarol y Quilmes. Y una declaración de interés legislativo por el centenario de la fundación de la Escuela N°1 Pascuala Mugaburu.
El dirigente se muestra como uno de los embajadores del FdT en la ciudad ante la llegada de ministros o funcionarios de otras jurisdicciones. Y sistemáticamente le da difusión a las recorridas y anuncios de Raverta. La llegada de “$70.000 millones” de Provincia y Nación en el primer semestre como respuesta a la “discriminación” contra el municipio que planteó Montenegro semanas atrás fue el último ejemplo más rimbombante.
Pero en el mientras tanto, el legislador, con diálogo fluido con Kicillof y la cúpula del FdT provincial, poco ha hecho por el arribo de recursos al municipio. Esto se evidencia en la demora de la llegada del FIM (Fondo de Infraestructura Municipal), uno de los principales reclamos del intendente que todavía no tuvo respuesta de parte de Gobernación.
En la misma línea, tampoco tejió puentes para destrabar la municipalización de Punta Mogotes: una demanda que si bien ahora impulsa la gestión Montenegro, formó parte de las iniciativas de Raverta cuando María Eugenia Vidal gobernaba desde La Plata. Un caso de distinta vara.
Más allá de la negativa de Gobernación a ceder el complejo de balnearios, Obeid y Raverta se verían obligados a resignar una de las grandes cajas de la ciudad que tienen bajo su órbita. Un lugar en el que, al igual que en otros ámbitos, emerge una dificultad: lograr que las segundas y terceras líneas les reporten como ellos quieren. Situación que va en aumento a medida que se acumulan las derrotas políticas.