La fuerte sequía por la falta de lluvia y las altas temperaturas, sumadas a las heladas tardías en algunas regiones, dejó instalada una crisis en el sector productivo y que complica al bolsillo de los argentinos. Qué zonas del país y de la región bonaerense fueron las más afectadas.
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El país está atravesando una de las peores sequías de su historia que no sólo impacta de lleno en el sector agropecuario, sino que repercute directamente en los precios de varios alimentos de la canasta básica.
Al ser consultado sobre el impacto real de la sequía en la zona núcleo de la producción agropecuaria, el economista Miguel Ponce explicó en diálogo con La Tecla que "se está mirando con mucha superficialidad. Esta sequía es la peor en 60 años. origina que haya una producción de 40 mil toneladas menos, entre soja, maíz, sorgo”.
En ese sentido, el director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior Siglo XXI evaluó que “en términos de comercio exterior implica que habrá un faltante de 16 mil millones de dólares menos por exportaciones, con fuerte impacto en el primer semestre”.
En esa línea, alertó que “en el horizonte seguirá faltando porque en el segundo semestre va a haber 10 mil millones que no se van a vender especulando por el tema electoral. mi sensación es que además del tema estacional y de los pagos que hay que realizar, si no aparece un conejo de la galera la gente se va a refugiar en el dólar pensando en que va a haber faltante”.
Expectativa de crecimiento para 2023
Por otra parte, Miguel Ponce se refirió a las expectativas de crecimiento de la economía para este año: “El FMI hablaba en diciembre de un crecimiento para el 2023 de 1,7 de PBI, pero antes de que terminara el año fue corregido al 1,3. En Europa que iba a subir 0,5 bajando a 0”.
En tanto que también fue pesimista respecto al panorama mundial económico al resaltar que “es el peor crecimiento en los últimos 40 años de China. Esto implica que en lugar de los 7 u 8 puntos que teníamos de crecimiento habitual, no vamos a estar ni en la mitad. Esto genera que a nivel mundial vamos a estar en estanflación”.
Asimismo, Ponce consideró que “se dará una paradoja: que es que a nivel mundial habrá estanflación (estancamiento o recesión con alta inflación), y en el país también vamos a tener ese panorama que no es homogéneo. Por ejemplo, el turismo ha explotado pero los indicadores de venta de los alimentos y de productos de primera necesidad han dado estadísticas a la baja”.
Precios altos, las consecuencias del proceso inflacionario
Miguel Ponce hizo hincapié en las consecuencias inmediatas de la inflación en los precios: "El mismo día que se conoció la inflación, los comercios de barrio recibieron nuevas listas al 10% de aumento en productos de primera necesidad como aceites, harina y limpieza".
En esa línea, el economista criticó las medidas de control de precios que implentó el Gobierno en el último tiemp: "Creen que operando sobre la microeconomía van a poder resolver los problemas de la macro".
"Los controles de precios siempre han dado resultado exclusivamente cuando son por cortos plazos. acá venimos con controles y precios cuidados o descuidados, justos e injustos; más los cepos; más cupos a exportación; más los dólares loteados. Todas son medidas parciales", cuestionó Ponce.
El campo, en alerta máxima ante la falta de lluvias
Alertados desde entidades como la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) comenzaron a reunirse en medio de la preocupación por la situación del campo.
Los primeros cónclaves del año giraron en torno a temas como la sequía, que afecta a más del 55% del país, y las medidas paliativas propuestas al agro.
En tal sentido, el vicepresidente segundo de Carbap, Jorge Arocena, consideró que “el gobierno nacional está instrumentando distintos tipos de subsidios para aplicar en rubros diferenciados”.
Sin embargo, matizó que “se pretende sostener esas ayudas manteniendo las retenciones y otras exigencias al sector”.
“Lo que pide la confederación, y se planteó a CRA (Confederaciones Rurales Argentinas, entidad madre de Carbap), es que el gobierno destrabe todo el comercio que está intervenido, quitando trabas como las dispuestas para cerrar exportaciones y limitar importaciones”, expresaron.
Al respecto, señalaron que pretenden un alivio económico más amplio que contemple todas las afectaciones en precios, tipo cambiario, impuestos y un dólar especial para sectores productivos.
“En vez de subsidios lo que decimos es que erradiquen este sistema de intervención”, añadió Arocena, una propuesta que llevarán a la Mesa de Enlace en vistas de futuros encuentros con las autoridades del gobierno nacional.
Qué zonas son las más afectadas
El fenómeno climático de La Niña, de lluvias menores al promedio histórico, afectó por tercer año consecutivo a nuestro país y esta vez con mucha más fuerza que en ocasiones anteriores, trayendo consigo un desastre productivo para el agro. Las consecuencias para el campo y la economía nacional son y serán de magnitud, aunque todavía la situación puede seguir empeorando.
Según un mapa diseñado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), las zonas agrícolas donde la sequía afecta entre el 65% y 85% del territorio son el norte de Buenos Aires, la totalidad de las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Chaco, centro-sur de Córdoba, centro-este de Formosa y este de Santiago del Estero.
Impacto en los cultivos
Hasta el momento, el trigo es el cultivo más castigado por la sequía. Con su recolección recién concluida, la producción del cereal para esta campaña se ubicó en 12,4 millones de toneladas, volumen 44% inferior (-10 millones de toneladas) a lo obtenido el año pasado. La falta de lluvias acompañó básicamente todo el ciclo productivo del cultivo, el cual fue rematado por las heladas tardías. La cebada también sufrió el embate del clima, con una cosecha de 3,8 millones de toneladas, un 27% menor a la campaña pasada.
El signo de interrogación se abre ahora para los granos gruesos, en especial para la soja y el maíz, en torno a que todavía no se sabe a ciencia cierta en cuánto va a afectar la sequía la producción de ambos cultivos. Por lo pronto, el norte de Santa Fe, los alrededores de Rosario, el este de Entre Ríos y el norte de Buenos Aires, tienen la mayor cantidad de cuadros de soja de primera y maíz temprano con disminución en el rinde potencial.
Por otro lado, en el norte del área agrícola semana a semana comienza a recibir lluvias que mejoran la oferta hídrica para la siembra de gruesa, ya que aún quedan tres semanas de ventana de siembra para el maíz, mientras que en el sur de de la provincia de Buenos Aires y La Pampa, se vienen relevando precipitaciones que sostienen el estado de la cuadros de maíz y girasol.
En este sentido, finalizó la cosecha de trigo con una producción total de 12,4 millones de toneladas, un 44% menos en relación a la campaña anterior. A todo esto, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) recortó esta semana la estimación de producción de soja en un 25% hasta las 37 millones de toneladas, lo cual de concretarse, supondría la peor trilla en 15 años, no pudiendo sembrarse unas 600.000 hectáreas por falta de humedad. En cuanto al maíz, no se pudieron sembrar 200.000 hectáreas por esta situación, según la BCBA, por lo que ahora se esperan implantar 7,1 millones de hectáreas.
Pero peor que el impacto de la sequía en los cultivos, es el efecto negativo que tendrá en la economía. Un trabajo de la Bolsa porteña prevé que la caída en el aporte de las seis cinco principales cadenas granarias a la economía argentina respecto a la campaña anterior podría alcanzar los USD 15.743 millones respecto a la campaña anterior, representando un 1,8% del PBI estipulado para este año, mientras que las exportaciones podrían retraerse un 33% dejando de ingresar al país unos USD 14.115 millones.
Economías regionales afectadas
Como a la sequía la sufren los granos como el trigo, el maíz y la soja, también lo hacen las producciones vinculadas a las economías regionales. Como explicó a Infobae la economista de Coninagro, Silvina Campos Carlés, “a nivel general, el impacto que se ve en granos se traduce en muchas de nuestras actividades.
La falta de agua en momentos claves está afectando la producción de frutas, de legumbres, el manejo de rodeos en algunas zonas, entre otras cosas. Es un problema transversal a todos los cultivos que se desarrollan en las regiones afectadas”.
Según un detallado informe elaborado por Campos Carlés, hay dos producciones regionales que se encuentran en crisis por la sequía, como lo son la lechería por la falta de pasturas para alimentar a las vacas y la de cítricos dulces, donde se contabilizan fuertes pérdidas en Entre Ríos y Corrientes.
Qué dicen desde el Gobierno
Con el foco en la sequía y en la asistencia a productores, el ministro Sergio Massa recibió a los integrantes de la Mesa de Enlace. El cónclave como tuvo primer resultado, la programación de otras tres reuniones que comenzarán el 1° de Febrero. Esos tres encuentros deberán ser para escuchar “soluciones concretas” con “resolución inmediata”.
En este sentido, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, anticipó que el Gobierno se comprometió a implementar un “paquete de medidas”. Asimismo, trascendió que Massa las habría prometido para el 11 de febrero.
La reunión de Massa y la conducción de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias tuvo lugar en el INTA Castelar. También participaron el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, el de Industria, José Ignacio de Mendiguren, y el titular de la AFIP, Carlos Castagneto. Por parte de la Mesa de Enlace lo hicieron el titular de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, el presidente de Federación Agraria Argentina (FAA), Carlos Achetoni, el presidente de Confederaciones Rurales (CRA), Jorge Chemes, y el titular de Coninagro, Elbio Laucirica.
Durante la reunión, la dirigencia agropecuaria advirtió la gravedad de la situación, destacando que los daños que provocó la falta de precipitaciones no se limitan al sector, sino que impactarán sobre toda la economía.
Castagneto destacó luego del encuentro: "El primero de febrero vamos a tener una respuesta para productores grande y pequeños. Nos encontramos con reclamos de distintos sectores con distintas problemáticas. Lo que quedamos es en tener una mesa de trabajo constante esta semana para darle respuesta a los reclamos impositivos y a todo el sector".
Al mismo tiempo, insistió: "Hay que ver por actividad, por región, no tomar medidas globales sino en forma individual para no beneficiar ni perjudicar a nadie".
"Vamos a estudiar (los reclamos) durante la semana, también pedimos colaboración a las provincias y municipios, porque los impuestos no son solo nacionales, también son coparticipables, impuestos provinciales y tasas municipales", remarcó sobre los reclamos impositivos de la Mesa de Enlace.
"Fue claro el ministro Massa en sus conceptos, lo que se pueda hacer se va a hacer, lo que no se pueda hacer no se va a comprometer a cosas que no se puedan cumplir", agregó.
Por su parte, de Mendiguren detalló: "Vamos a hacer juntos un cronograma de los problemas que se plantearon para que antes del primero de febrero podamos tener claro lo que se puede resolver en el corto plazo y en el mediano. Todos comprenden que no es igual la problemática en todo el país".
Auxilio del Banco de la Provincia de Buenos Aires
La banca pública bonaerense otorgó más de 2.114 millones de pesos en créditos con tasas especiales a 455 productoras y productores agropecuarios afectados por la sequía. El financiamiento tiene una tasa fija de 47% anual, 36 meses de plazo y ofrece hasta 6 meses de gracia.
Los créditos especiales están destinados para explotaciones de hasta 500 hectáreas, tienen un monto máximo de hasta 10 millones de pesos, plazo de hasta 36 meses y tasa fija de 47% anual con 6 meses de gracia. Ya se otorgaron 455, con un monto promedio de 4,6 millones de pesos por préstamo.
“Desde la banca pública buscamos acompañar a los productores y a las productoras afectados por la sequía con financiamiento en condiciones especiales”, indicó Juan Cuattromo. El presidente de Banco Provincia explicó que “el gobernador Axel Kicillof está utilizando todas las herramientas del Estado bonaerense para asistir sector agroindustrial en esta coyuntura tan compleja”.
Tras la declaración de la emergencia agropecuaria por sequía el pasado 11 de noviembre, Banco Provincia lanzó una línea especial de créditos para asistir a las productoras y los productores afectados. De los 135 partidos bonaerenses hay actualmente 67 que están incluidos en la emergencia.
La región de Junín y alrededores es la que más financiamiento demandó: 185 préstamos por 874 millones de pesos. Le siguen: Chivilcoy con 95 préstamos por 479 millones de pesos y Pehuajó con 87 préstamos por 348 millones.
Durante 2022 Banco Provincia otorgó más de 319 mil millones de pesos en créditos a la agroindustria. El 95% de ese monto estuvo destinado a pymes y pequeños productores/as. Los préstamos al sector representan el 52% de todas las colocaciones del segmento empresas.
Cuántos millones podrían perderse
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario asegura que el costo de la sequía ya roza los U$S 10.500 millones para los productores de soja, trigo y maíz.
De esta manera, el fenómeno meteorológico borraría 2,2 puntos del PBI estimado para este año, ya que recortó la cosecha de trigo, soja y maíz en 28,5 millones de toneladas, un 23% de la producción inicial esperada.
La pérdida de ingresos netos del sector productor asciende a US$ 10.425 millones, sólo en estos tres cultivos, y estimaron los especialistas que aún "puede agravarse de continuar el déficit de lluvias".
Desde la entidad rosarina explicaron que "cuando hablamos de la pérdida de ingresos netos del sector productor nos referimos a la diferencia entre el margen neto del productor que éste estimaba al momento de la siembra, con un rinde promedio en condiciones climáticas normales, y el que se prevé a la fecha, como consecuencia de la sequía".
En tal sentido, remarcaron que “en este análisis se tiene en cuenta tanto la pérdida de rendimientos, como las hectáreas que se sembraron y que no podrán ser cosechadas, y las que incluso no pudieron sembrarse por falta de humedad", completaron la explicación.
La Bolsa de la capital santafesina añadió que “el menor ingreso del sector productivo a causa de la pérdida de producción también redunda en menos viajes de fletes, menos servicios financieros y de intermediación, menos demanda al sector constructor; en definitiva, menos inversión y consumo que terminan impactando sobre la actividad económica general. Esto es lo que se denomina el efecto multiplicador del agro en el consumo de Argentina.”
Con este coeficiente multiplicador, se calculó la pérdida de ingresos por US$ 10.425 millones del sector primario, que provocará una caída del Producto Bruto Interno argentino de US$ 14.190 millones.
Esto significa 2,2 puntos porcentuales del PBI potencial estimado para la Argentina en 2023 según el Fondo Monetario Internacional, que asciende a U$S 643.797 millones.
Por otra parte, la proyección de recaudación de derechos de exportación del Estado Nacional también deberá ajustarse en US$ 1.050 millones por menores exportaciones de trigo, maíz, soja y productos derivados, a los que se le suma la pérdida de recaudación de otros US$ 2.500 millones en concepto de menores impuestos a las ganancias, y demás tasas y contribuciones.
Exportaciones
En cuanto al frente externo, la exportación estimada de los principales productos de los complejos trigo, soja y maíz cayó en aproximadamente en 24 millones de toneladas.
Si se toman en cuenta las exportaciones netas, deduciendo el pago de importaciones temporarias de soja para procesarse en Argentina y exportar los subproductos con mayor valor agregado previstas al momento de la siembra, respecto a las que se proyectan hoy con los precios vigentes, se estima que dejarán de ingresar al país cerca de 8.000 millones de dólares, una caída del 18% respecto al ingreso total de dólares del agro estimado para la campaña 2021/22.
Tal panorama pondrá más presión sobre las metas a cumplir con el organismo multilateral y la evolución de las Reservas Internacionales Netas, que sufrirán por el menor ingreso esperado de exportaciones, y que deberían llegar, según lo acordado, a los US$ 9.800 millones en 2023.