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2 de agosto de 2023

INFORME ESPECIAL

Las emociones en la era digital: cómo manejar el bienestar en el mundo virtual

Las tecnologías ocupan un rol fundamental en la vida cotidiana de las personas y poder establecer un consumo responsable de las mismas muchas veces puede resultar dificultoso. La Tecla conversó con la Lic. en psicología Julieta Gómez, quien brindó todas las herramientas para poder lograr el equilibrio ideal entre la vida online y offline

Las emociones en la era digital: cómo manejar el bienestar en el mundo virtual

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Las emociones en la era digital: cómo manejar el bienestar en el mundo virtual

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Por Florencia Abasto

La innovación tecnológica ha impactado notablemente en la vida cotidiana de las personas. Ha cambiado la forma de trabajar, de entretenerse, de hacer compras, de consumir contenidos y hasta de relacionarse. Las redes sociales son el más claro ejemplo de ello y el sencillo e inmediato acceso a ellas a través de los teléfonos inteligentes, genera un combo peligroso que si no es tratado con la responsabilidad que merece, puede resultar nocivo para la salud mental.

La Tecla conversó con Julieta Gómez, ella es licenciada en psicología, terapeuta cognitivo conductual (M.N 74351 M.P 63237) y nos brindó todas las herramientas necesarias para poder generar un consumo responsable del universo digital, establecer límites y generar el equilibrio ideal entre el mundo virtual y el mundo real.

Según explicó la especialista, las tecnologías no sólo influyen en las emociones sino que también las controlan, “en todo momento, como seres humanos, estamos transitando alguna emoción, ya sea tranquilidad, ansiedad, enojo o alegría y esto no es ni ‘bueno’ ni ‘malo’, simplemente sucede. Si tenemos en cuenta que nuestra vida actual está cada vez más atravesada por las nuevas tecnologías y estas ocupan un rol importante en ella, gran parte de las emociones que vamos sintiendo a lo largo del día se disparan por ese entorno” detalló.

A su vez, analizó como ha cambiado la concepción del ámbito público y privado de estos sentimientos con la llegada de estas plataformas: “Previo al uso de las tecnologías, las emociones pertenecían al ámbito privado de cada persona o se compartían con un entorno pequeño, hoy en día observamos que estas se expresan, se ‘publican’ y se ‘comparten’ constantemente a través de imágenes, canciones, frases e incluso testimonios”.

La brecha generacional

En la web se pueden hallar plataformas pensadas para públicos de todas las edades. Justamente una de las estrategias de este nuevo fenómeno es fomentar la llegada a todas las personas que habitan la civilización. Por lo que, con mayor o menor resistencia, finalmente todos terminan cayendo de alguna manera en su consumo. Sin embargo, existe una clara diferencia en los usos que implementan unas generaciones y otras.

La especialista hizo hincapié en dos generaciones que fueron marcadas notablemente por la rápida expansión del Internet y las emergentes aplicaciones que surgieron a partir de él: “Existen diferencias por ejemplo entre los llamados ‘millenialls’, que son los que nacieron luego de los 2000, y la ‘generación Z’, comprendida por aquellos que nacieron hacia finales de los 90’. Estos últimos están más conectados con los dispositivos que todos los anteriores, se dice que estos niños han nacido con el celular bajo el brazo”.

Si se profundiza un poco más en el asunto, se puede observar cómo en algún punto aparece un potencial peligro en torno a este suceso, “las nuevas tecnologías van formando la personalidad e identidad de las personas, sobre todo de los más jóvenes. Teniendo en cuenta que somos seres sociales y nos importa lo que el otro piensa o dice de nosotros, esta generación está marcada por una búsqueda constante de aprobación social y un ideal de perfección, popularidad y éxito al que se necesita llegar constantemente a través de todo tipo de ‘reacciones y comentarios’” explicó la licenciada. “En los últimos años, los datos han arrojado que en estos niños y adolescentes se ha registrado un marcado aumento de síntomas de depresión, ansiedad e incluso suicidio” agregó.

¿Cómo implementar un consumo responsable?

Como se ha podido observar hasta el momento, estamos frente a un arma de doble filo. Sin embargo, es importante no demonizar al mundo virtual, ya que es también una gran herramienta: “Las tecnologías han conectado a personas, han permitido que familiares se reencuentren o se acorten las distancias entre unos y otros, lo que en muchos casos ha traído emociones placenteras” aclaró Gómez.

En este sentido, para lograr reducir el impacto negativo, como el incremento de la ansiedad, la frustración, la baja autoestima y la comparación, entre otras cosas, es importante llevar adelante un consumo responsable. Para ello, Julieta recomendó “seleccionar momentos y establecer rutinas y hábitos que se alejen del exceso de la tecnología, como el deporte, la actividad física y la socialización”.

Caja de herramientas para una rutina saludable

Para lograr un equilibrio o cambiar una actitud, lo primero que hay que hacer es reconocer y registrar cómo nos relacionamos con los otros, cuánto tiempo le dedicamos a las actividades diarias y cómo invertimos el tiempo. En esta evaluación, debe ingresar también el lugar que ocupan en nuestras rutinas las plataformas web: ¿Cuántas horas diarias pasamos en el mundo virtual?

Lo ideal sería desarrollar una utilidad de las herramientas digitales que sea beneficiosa para entretenerse, agilizar las tareas y comunicarse, sin empañarla con la adicción que pueden llegar a generar las pantallas. “El uso problemático o excesivo de las redes sociales, es una forma de dependencia psicológica o conductual que conlleva, como toda adicción, deterioro significativo en varios ámbitos de la vida de una persona, ya sea laboral, social o familiar, durante un período prolongado” explicó la especialista.

A continuación encontrarán una caja de herramientas desarrollada por la Lic. Gómez con buenas prácticas para poder lograr el equilibrio adecuado y sacar el mayor provecho de las plataformas virtuales, sin descuidar al mundo real y a las relaciones personales.

• Hacer registro de todas las actividades que se realizan en el día: el primer paso es tomar consciencia. En ocasiones es conveniente anotar qué cosas hacemos diariamente, por ejemplo utilizando un calendario y ver cuánto tiempo le dedicamos a nuestros quehaceres y cuanto a las pantallas.

• Observar lo que consumimos en las redes sociales. Por ejemplo, a qué tipo de personas seguimos: ¿Supermodelos? ¿Gente adinerada o exitosa? ¿Páginas de viajes exclusivos? ¿Tiendas de electrodomésticos o de ropa? todos esos estándares de belleza y productos a veces son muy difíciles de alcanzar y el hecho de que no podamos hacerlo solo nos traen frustración, enojo y malestar. A veces con eliminar o restringir ciertas cuentas vamos a notar que no nos sentimos tan ansiosos.

• Limitar el uso de filtros o aplicaciones de fotos y videos, ya que influyen negativamente en nuestra autoestima.

• Hacer registro de cuantas aplicaciones tenemos en nuestros dispositivos. ¿Son realmente necesarias? ¿Para qué nos sirven?

• Poner alarmas para pausar el tiempo de uso en la tecnología o tener una adecuada higiene del sueño donde a determinada hora nos alejemos de las pantallas. Existen funcionalidades de este estilo en los smartphones.

El placer de un buen descanso: la higiene del sueño

Poder dormir bien es uno de los ejes fundamentales para alcanzar un completo bienestar. No será posible llevar adelante una vida saludable si el cuerpo y la mente no descansan las horas necesarias para reponer energía y, además, si ese tiempo de sueño no es realmente de calidad. Una de las recomendaciones más valiosas que brindó la licenciada, es la higiene del sueño.

•Establecé una rutina a la hora de acostarte. Esto puede incluir apagar pantallas (computadora, tablet, teléfono celular), ponerse un pijama cómodo, beber un té, bajar el brillo de las luces, reducir el ruido y leer.

• Mantené el cuarto oscuro y silencioso. Usá cortinas, persianas y apagá las luces. El silencio te ayuda a dormir mejor. Apagá la radio y TV.

• Usá tapones para los oídos. Usa un ventilador, sonido ambiental de la naturaleza u otro sonido de fondo constante, relajante, para enmascarar sonidos que no podés controlar. No uses laptops, Ipads, teléfonos o pantallas por al menos una hora antes de ir a la cama.

•Usá tu cama sólo para dormir. Convertila en confortable y atractiva. Úsala solo para dormir - no para estudiar o ver TV. Andá a la cama cuando te sientas cansado y apaga las luces. Si no te quedas dormido en 30 minutos, levantate y hacé algo relajante como leer un libro o revistas. ¡Sin pantallas! Regresá a la cama cuando estés cansado. No te estreses, de lo contrario, esto hará más difícil que logres conciliar el sueño.

Estos tips están directamente relacionados con las tecnologías, pero también existen otros consejos que pueden ayudarte a dormir bien como por ejemplo cenar liviano, no consumir cafeína ni nicotina por las noches, evitar las siestas largas, darse una ducha reconfortante antes de ir a la cama, entre otras recomendaciones.

¡Sé vos mismo!

Por último, la especialista explicó que toda emoción trae información de valor para saber lo que nos afecta, lo que necesitamos o lo que deseamos. “Es necesario también saber que registrar, expresar, compartir y experimentar las emociones de una forma más adecuada, dan lugar a salud mental e incluso física”.

Lo que se muestra a través de una red social no siempre tiene que ver con la realidad. Cada quién tiene su esencia y es importante no compararse con los demás. Proponerse metas propias y posibles y enfocarse en el camino propio. Ante cualquier consulta siempre se puede acudir a un especialista para que pueda brindar un acompañamiento personalizado y brindar un tratamiento adecuado para cada persona.

La Lic. Julieta Gómez ofrece en su cuenta de Instagram (@lic.julietagomez) información de valor en torno a la temática y un canal de comunicación para agendar citas a su consultorio virtual o presencial.

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