Luego de los vericuetos judiciales, la incipiente industria da pasos firmes en materia de exploración. El impacto en términos económicos y laborales y el desafío de aunar fuerzas para la política local.

Petróleo off-shore: lo que viene en Mar del Plata

Vía La Tecla Mar del Plata

“Hay que reglamentar mejor y establecer claramente las condiciones offshore que le van a permitir a Buenos Aires ser una provincia petrolera que es lo único que le falta”, sentenció hace algo más de dos años Alberto Fernández al presentar la Ley de Hidrocarburos. En territorio bonaerense se refina y se exporta pero no se produce, al menos hasta ahora. La posible presencia de hidrocarburos en el Atlántico puso en marcha una maquinaria que trasciende incluso las fronteras del territorio nacional pero que impacta de forma particular en suelo bonaerense y en la ciudad de Mar del Plata.

El off-shore bailó al ritmo de la sinfonía judicial durante casi dos años. Entre cautelares, audiencias públicas y movilizaciones los proyectos presentados se mantuvieron en stand-by en distintos tribunales. El 2023, por su parte, trajo consigo un cambio de dirección del viento. Los fallos fueron revertidos y los sectores involucrados comenzaron a hablar de plazos. Junto con octubre llegó el buque BGP Prospector encargado de la exploración sísmica, uno de los métodos para dilucidar la presencia efectiva de hidrocarburos. La expectativa también está puesta en el “Argerich - 1”, un pozo exploratorio cuya perforación tendría lugar entre el 15 de diciembre de este año y el 15 de junio del 2024.

Si bien la trama petrolera apareció como novedad, las plataformas en el mar ya existen en Argentina desde mediados de los 70´ frente a las costas de Tierra del Fuego. En todo caso, el “bautismo” será en la Cuenca Argentina Norte (CAN). La preponderancia de Mar del Plata se da a partir de un hecho matemático y logístico: es el puerto más cercano al área de operaciones, ubicándose a 315km del “Argerich - 1”. No obstante, la importancia de los muelles locales se ciñe a esta etapa y no significa que haya otras plazas. cómo Bahía Blanca y Quequén cumplan funciones a futuro.

Mientras tanto, sectores en “La Feliz” engrasan la maquinaria. El Clúster de Energía recibirá en noviembre a representantes del sector petrolero para ofrecerle los servicios de más de 70 empresas. “Es algo que ya está pasando”, aseguran desde la cúpula del nucleamiento. Las regalías, un elemento que apareció varias veces en el debate público, no tendrán asidero hasta tanto no se explote el recurso.

¿Cuándo daría eventualmente frutos el off-shore? La etapa exploratoria y el consecuente procesamiento de datos podría extenderse por un puñado de años. “Si vos ves la historia de la extracción en el mar, hay un período de 5 a 11 años entre que se descubre y se explota”, aseguró una fuente técnica. En este sentido, los cañones apuntan a una fecha más cercana al 2030. Las estimaciones de trabajo van de 20.000 a 212.000 empleos entre directos e indirectos, siendo la logística, el transporte aéreo y marítimo, la industria naval, la hotelería y la gastronomía algunos de los más beneficiados.

Aunque se trate de intereses que superan a los de la comuna, la política local y provincial tendrá el desafío de aunar fuerzas para facilitar una actividad que requerirá de atención constante en los próximos dos ciclos de intendencia hasta la explotación per se. Experiencias como la “Mesa de Trabajo Off-Shore” o la “Comisión Bicameral de Seguimiento” podrían aportar en este sentido. La planificación, uno de los debes de la dirigencia marplatense, será un punto clave en una historia que podría cambiar la matriz productiva de General Pueyrredon.

Un puerto urgido de reformas

La palabra “multipropósito” forma parte del léxico de quienes son críticos con el destino y la administración del puerto. Avocado únicamente a la pesca -actividad que cada vez se corre más hacia el sur-, los muelles locales carecen de algunas aptitudes logísticas y de infraestructura para ganar terreno en otros rubros, como el transporte de cargas o la energía. Como uno de los puntos neurálgicos de la operatoria, el off-shore requerirá de reformas e inversiones portuarias, además de la voluntad política. ¿Quién pondrá los millones? No obstante, la situación es compleja. La foto actual muestra un espejo de agua convertido en cementerio y garage. Es que el espacio, es una de las aristas indispensables para el desarrollo de otros sectores.

La administración Felizia y sus predecesores no pudieron solventar al momento la cuestión de la chatarra flotante, lo que habla de un déficit de la política dónde también entran a jugar componentes provinciales. Con más de cuarenta buques inactivos la oferta de amarre se diluye, lo que abre una pregunta: ¿dónde ingresarán las naves vinculadas al petróleo? La fallida construcción del Espigón 9 o el sostenimiento de los silos sin utilidad, son algunos de los elementos que podrían atentar contra la actividad. Un actor silencioso pero preponderante son las pesqueras, que ante la merma de la actividad, mantienen un buen número de barcos estacionados con cánones escuetos y controles escasos. El sector, que ve un riesgo en el desarrollo hidrocarburífero, pasó del rechazo a la indiferencia: no pondrán trabas pero tampoco facilitarán el proceso.

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