La pelea voto a voto suma una nueva preocupación por el desinterés de aquellos electores que no se sienten representados por los candidatos que competirán en el balotaje. Cómo pesa la apatía en este turno electivo. Análisis histórico y la palabra del analista político Cristian Solmoirago

Apatía, finde XL y participación: un combo preocupante para los candidatos en disputa

La Real Academia Española de la lengua define como indiferente a quien “no se inclina a una persona o cosa más que a otra”. Y tiene una segunda acepción: “Que no muestra interés o afecto por alguien o algo”. El escenario de cara al balotaje muestra algunos signos preocupantes de apatía y distancia respecto a los candidatos que buscan ocupar el sillón de Rivadavia a partir del 10 de diciembre.

Desde el retorno de la Democracia en nuestro país, la participación de las y los ciudadanos en los actos electorales siempre estuvo por encima del 70%; exceptuando las elecciones PASO del año 2021, realizadas en el contexto de la pandemia de COVID-19. Con una participación cercana al 68% del padrón electoral, fue la elección con más baja participación.

Según el relevamiento de datos históricos, las cifras más altas de participación se registraron en las elecciones de los años 1983 y 1989 superando más del 85% en los dos procesos electorales inmediatamente posteriores a la recuperación democrática.

En las elecciones siguientes de la década de 1990 los porcentajes bajaron, pero no de manera considerable, ya que la participación se mantuvo en un 82%.

Tras la crisis económica, política y social desatada a principios de siglo el porcentaje de la ciudadanía que ejerció su derecho al voto se mantuvo por debajo del 80% hasta el año 2015.

En las elecciones presidenciales del año 2019, la participación en las PASO estuvo en un 76.40%, en tanto que en las generales el porcentaje superó el 80%. Esta tendencia en donde en las elecciones generales hay mayor concurrencia a las urnas que en las PASO se repite desde que se implementaron por primera vez las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias.

En las generales del pasado 22 de octubre el porcentaje llegó al 77,65% (27.100.675 de 34.898.212 electores), mientras que en las PASO del 13 de agosto fue del 69,62%
(24.016.776 de 34.491.607 electores).

Respecto al escenario del próximo domingo, el consultor político, Cristian Solmoirago dialogó con La Tecla y puntualizó que la apatía "No influye mucho porque es una elección cerrada. En un escenario de mucha paridad, donde las personas que dicen que no van a votar y luego lo hacen, por alguna situación que se está dando en la campaña influye mucho. Después hay gente que no va a votar, de hecho, en todos los procesos electorales, más del 20% de las personas no lo hacen. En Argentina si se quiere tener una alta participación se estaría hablando de un 75 o 78% y muchas veces no se logra ese número".

Además señaló: "Este año, todos los procesos provinciales estuvieron por debajo de ese número, Córdoba estuvo por abajo del 50%, en Chaco fue del 62% y Misiones 67%. Hay una apatía generalizada que hizo que los niveles de participación descendieran, no tanto a nivel nacional, sino en los procesos provinciales".

Por otra parte analizó la cuestión del fin de semana largo y expresó: "La pregunta es la influencia del feriado, pero el que va a votar lo hace, el que tiene ganas de ir a votar. El que está identificado con un candidato, el que ya tiene decidido su voto, va a hacerlo y no creo que haya tanto turismo este fin de semana, porque hay gente que tiene decidido sufragar. La gente que no participa electoralmente, que es un 25% si quizás viaje o haga otra cosa, pero seguro no vaya a votar, porque seguro hace tiempo no lo hace, por eso no creo que influya mucho, pero cuando hay un escenario de paridad, cualquier cosa puede ser lapidaria y sumar a favor".

De esta manera ejemplificó: "Lo mismo pasó con el debate. No es que sume votos, sino que el candidato puede perder votos, en el sentido de que si comete un yerro, un furcio, una mala posición o se muestra agresivo, errático, todo ese tipo de cosas pueden hacer perder votos y si eso pasa en esta situación de balotaje, automáticamente va a ir a parar al otro candidato, aún si vota en blanco".

"Como en esta instancia final no es una campaña propositiva, sino que van por la negativa. Aquel que todavía está indeciso, va a hacerlo por el que crea que es menos malo, no al que le hizo una propuesta y lo convenció. Estoy hablando del segmento electoral de Juntos por el Cambio, de Hacemos por Nuestro País, esos son votantes que quedaron huérfanos y tienen que reacomodarse para el balotaje, pero ese voto es por la negativa, no es por la propositiva, porque si no hubiera acompañado a alguno de los candidatos en los procesos electorales" concluyó.

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