La transición de la renovación dirigencial convive con quienes llegan por primera vez, los que continúan en busca de consolidarse y los que retornan ante la falta de nuevas caras
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La crisis de representatividad tiene a la dirigencia política en la mira por varios aspectos, y parte de las demandas de la sociedad también rondan en torno a la renovación de los referentes de los distintos espacios. En la provincia de Buenos Aires el recambio se da de manera lenta, con lógicas contradicciones que afectan a todos las fuerzas por igual. Los históricos que se mantienen, los que no pueden - o no quieren- dar lugar a nuevas generaciones y los jóvenes que buscan consolidarse o irrumpen en la escena. Esos son los grupos que conviven actualmente.
En declaraciones a La Nación +, el reconocido sociólogo Juan Carlos Torre (autor del libro ”Diario de una temporada en el quinto piso”) dejó conceptos claves para poder comprender el contexto político. Entonces explicó las dificultades que existen para encontrar una dirigencia que pueda dar respuestas a los reclamos de la población y ordenar una situación sumamente tensa.
En ese sentido, aseguró que "después del 2001 tuvimos una regeneración de la oferta política que dio, mal o bien, un orden político. Ahora nos va a costar encontrar otra fórmula". Asimismo, puso el ojo en un elemento latente por estos tiempos y afirmó: "La eficacia del ‘que se vayan todos’ se escucha y ahora lo que se ve es el otro costado de ese clamor del 'que se vayan todos' y es el 'que venga cualquiera’”.
Javier Milei, con el sello de La Libertad Avanza (LLA), ha podido captar parte del enojo existente en la sociedad y ha logrado que lo vean como “lo nuevo” que va a terminar con “lo viejo”. Con sus serias limitaciones al desnudo y sus relaciones carnales con “la casta” que prometió destruir, se presenta como un fenómeno sumamente peligroso que puede acceder al poder para dar un salto al vació en el que nadie alcanza a dimensionar el daño que podría provocar a un país que ya se encuentra seriamente lastimado.
La política tradicional busca sobrevivir -una vez más- a la crisis reinante y con sus armas ya conocidas da una pelea en la que se ve arrinconada con serios riesgos de perder. Lo que tiene para ofrecer en términos de novedad aparece tímidamente en el horizonte y uno de los aspectos a mostrar es una tenue renovación no solo de sus caras, sino también de sus formas de hacer política
En la provincia de Buenos Aires, de los 135 intendentes electos, sólo el 10 por ciento se encuentra por debajo de los 40 años de edad. Los mismos provienen de diferentes extracciones políticas, con arraigo tanto en el peronismo como en el radicalismo.
Asimismo, entre los dirigentes históricos, se encuentran varios alcaldes que fueron reelectos o que tuvieron que volver al territorio ante la falta de recambio. Entre ellos están Miguel Lungui (Tandil), Miguel Gargaglione (San Cayetano), Juan José Mussi (Berazategui), Gilberto Alegre (General Villegas), Julio Alak (La Plata), Juan de Jesús (La Costa), entre otros. También resaltan aquellos que buscan consolidarse y que deberán dar el paso siguiente para erigirse como conductores de cada espacio al que pertenecen.
En este marco, la política tradicional se encuentra en una lenta renovación dirigencial mientras se ve acorralada por las exigencias de la sociedad y la irrupción de figuras controvertidas que amenazan con romper consensos democráticos. El desafío es grande y una parte importante se definirá en el balotaje presidencial.
LOS ESCOLTAS Caciques con rol de acompañantes
Hay algunos casos puntuales de históricos dirigentes que resolvieron -por distintas razones- no continuar al frente de las intendencias después del 10 de diciembre de 2023. Los actuales intendentes jugaron la carta de dar lugar a la renovación y, al mismo tiempo, realizar un acompañamiento desde el Concejo Deliberante, por lo que se postularon como ediles.
El barón del Conurbano Alberto Descalzo (71 años) es uno de los casos más emblemáticos. El alcalde peronista completará 28 años de mandato en el distrito de Ituzaingó este 2023 y en estas elecciones decidió correrse del sillón municipal para ser el primer concejal que acompañe a su hijo Pablo como candidato a intendente. Hubo final feliz para el cacique del peronismo.
Otro caso similar es el de Jorge Paredi (72 años). El jefe comunal optó por el mismo camino que su par del Conurbano y fue en la lista como primer edil para acompañar a quien se postuló como alcalde, Walter Wischnivetzky, actual secretario de Gobierno. Otra historia que concluyó bien para UP.
RENOVACION El club de los sub 40 se abre paso para pisar fuerte en el territorio
De los 135 intendentes electos en la Provincia hay un grupo de jóvenes menores a 40 años que comienza a hacerse un lugar en la política bonaerense. Peronistas, radicales, vecinalistas y de otras trayectorias forman parte de la nueva camada. Algunos van por su segundo mandato y otros estrenarán el cargo.
El más joven es el radical Nahuel Mittelbach (Florentino Ameghino), con 28 años. Reemplazó a Calixto Tellechea interinamente en 2022 y ahora fue electo. Con la misma edad, la boina blanca Lucía Gómez dio el batacazo y se convirtió en jefa comunal de Adolfo Gonzales Chaves. Para completar el podio, un poquito más atrás, se ubica Ramiro Egüen con 31 años, quien venció al peronismo en el municipio de 25 de Mayo.
En el distrito de Pellegrini, Sofía Gambier, que presidió a la Juventud Radical en su momento, con 34 años llegó a la intendencia. El vecinalismo también tiene su renovación con Matías Nebot, de 34 años. Fue electo jefe comunal de Saavedra. Luego, con 37 años, Juan Ibarguren, del PRO, será el próximo en conducir los destinos de Pinamar por cuatro años.
En la línea de los 38 años resaltan cuatro figuras. Por el lado de Juntos por el Cambio se encuentra Santiago Passaglia, que se hará cargo de San Nicolás desde el 10 de diciembre. El peronismo tiene lo suyo y no queda atrás. El actual presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Federico Otermín, obtuvo una cómoda victoria en Lomas de Zamora y se prepara para conducir ese importante distrito. En San Vicente, Nicolás Mantegazza fue reelecto; y en Coronel Rosales el camporista Rodrigo Artistimuño festejó por primera vez.
Finalmente, de quienes están en el límite, quien más resalta es la integrante de La Cámpora Mayra Mendoza que, con 39 años, fue elegida una vez más para comandar Quilmes y busca posicionarse provincialmente. En tanto, los que hacen su debut son dos: Fernanda Astorino Hurtado (39 años), del PRO, en Capitán Sarmiento; y el camporista Damián Selci, que 40 años será alcalde de Hurlingham.
RECICLADOS Los que tuvieron que volver al pago y se estira la renovación
Como contrapartida de la renovación dirigencial en los municipios se encuentran los casos en los que los históricos referentes tuvieron que volver al pago no sólo para ordenar la tropa, sino también para ganar las elecciones y dar un respiro a su fuerza política. Son varios los ejemplos, pero en el abanico se encuentran algunas particularidades para resaltar.
En este marco, el del actual ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, es uno de los casos a remarcar. Con 65 años, se impuso en la interna de un peronismo totalmente atomizado en La Plata y luego consiguió una victoria ajustada sobre Juntos por el Cambio. Ya había sido intendente durante cuatro periodos por un total de 16 años y ahora irá por su quinto mandato. Un síntoma claro que muestra el PJ platense ante la falta de dirigentes que puedan encarnar una renovación y que los llevó a un internismo permanente con duras derrotas.
El otro caso que resalta es lo que sucedió en La Costa y también lo tuvo al peronismo en el centro de la escena. El histórico Juan de Jesús (padre), a punto de cumplir 82 años, retornó a la contienda electoral y fue electo otra vez como alcalde. Así, luego de ser jefe comunal 16 años desde que se recuperó la democracia, ahora tendrá una nueva chance y reemplazará a Cristian Cardozo.
El tercer ejemplo para destacar lo tiene como figura al actual senador del Frente de Todos Alfredo Fisher. El “Pichi”, de 61 años, retornó a su pago y resultó ganador de la elección municipal. Por lo que, a partir del 10 de diciembre, empezará su cuarto mandato. El dirigente obtuvo su primer triunfo como intendente en el 2007 y generó un cimbronazo local porque terminó con 24 años de gobiernos radicales.
Los tres casos repasados muestran cómo los históricos dirigentes deben volver a sus territorios para ordenar las acciones ante la falta de un recambio dirigencial que pueda hacerse cargo del espacio político. Más allá de las edades, la renovación es un problema a resolver en varios distritos.
