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Jueves, 26 diciembre 2024
Argentina
7 de enero de 2024
40 AñOS DE DEMOCRACIA

Rafael "Balito" Romá: "La democracia tiene determinadas asignaturas pendientes"

El exvicegobernador durante la gestión de Eduardo Duhalde, dialogó mano a mano con La Tecla y reflexionó sobre las cuatro décadas ininterrumpidas de gobiernos constitucionales. El análisis sobre los logros, los fracasos, su rol como titular del Senado, el revisionismo y el rol del peronismo.

Rafael
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Por Hernán Sánchez, Simón Reyna y Juan Pablo Carvajal

-Me estabas comentando de la lucha o el proceso que llevó estos 40 años de democracia y las dificultades que tuvo la provincia de Buenos Aires y la importancia 


-La provincia fue como muy determinante en todo el proceso desde la desde la recuperación democrática. El radicalismo llega al 83 mucho más organizado, digamos. La figura de Alfonsín y aparte su rol de dirigente trascendente en la provincia de Buenos Aires ordenaba ese radicalismo. El peronismo viene, ingresa de una forma bastante controvertida, con muchos problemas. El delegado normalizador que había designado el peronismo que era Herminio Iglesias, se empieza a definir la afiliación, el armado en cada uno de los lugares, en cada uno de los distritos y entonces empieza a construirse también una alternativa que en ese momento era el muso de Cafiero digamos y esa alternativa tenía mucho nivel, mucha controversia ponerse de acuerdo en cómo se iba a organizar la interna. Una vez organizada y una vez definidos los distritos en cada uno de los lugares.

Primero se iban a elegir autoridades partidarias y candidatos, después se borraron los candidatos y fueron las autoridades partidarias pero con el compromiso de que la que ganara ponía el intendente en cada uno de los lugares y se definían las listas de diputados, eso fue muy complejo y se tenía que dirimir en términos de aquel entonces en congresos. Imaginate lo que fueron la sucesión de congresos del peronismo de la provincia en Gimnasia y Esgrima de la Plata, un desastre, en el Club Atenas de la Plata un desastre, en Lanús un tercer congreso fue un desastre  y digo, desastre en el sentido de no acordar y así se arribaron y se construyeron las listas y así se fue a la elección.

El poder constituido del peronismo en aquel entonces, era un poder con un porcentaje relativamente minoritario en las cámaras de Diputados y de Senadores, 29 intendentes en la provincia de Buenos Aires, realmente un poder bastante menguado y Herminio Iglesias conduciendo el partido con una figura emergente que era Antonio Cafiero y que era como su oposición, esto lleva al año 85 en forma inmediata donde el peronismo al no haber acuerdos se rompe, se parte y por un lado va el Partido Justicialista y por otro lado, si no me equivoco se llamaba Frejudepa, que era un frente que había que formaba el cafierismo, la renovación peronista con la Democracia Cristiana y con una serie de partidos donde tenía una conformación en términos actuales lo podríamos decir que tenía un componente social cristiano y un componente social demócrata importante, era un poco así como una imagen más ligada a lo que hoy se puede definir como el progresismo digamos, pero con un sentido con una identidad peronista que era la que le ponía Cafiero. 

En ese sentido el radicalismo a la elección de medio término va unificado, el peronismo va dividido y bueno y ahí está el rol del cafierismo. Independientemente desde el punto de vista político, yo quiero decirte que el radicalismo en la provincia tuvo una actitud que muy prudente con la gobernación de (Alejandro) Armendáriz en términos de la conciliación con los intendentes peronistas. El radicalismo con Alfonsín en aquel entonces planteaba esto de la conformación del tercer movimiento histórico y en la renovación peronista veía aliados en ese concepto, entonces había como una especie de digamos de seducción política para ese funcionamiento. Por otro lado esa renovación acompañaba al radicalismo en algunos aspectos importantes que eran los desafíos que la democracia le iba imponiendo en aquel entonces. A fines del 84 el referéndum del plebiscito por el Canal de Beagle, el Partido Justicialista se abstuvo, los intendentes ligados a la renovación y demás planteábamos el voto por el sí que fue tremendamente mayoritario sacó más del 80% de los votos, pero en ese sentido detrás de la abstención y detrás del no estaba el germen del de la dictadura que no se terminaba de ir digamos, entonces eso fue muy importante. Ese rol de Cafiero posteriormente en el año 87 juega un rol muy importante en el levantamiento de la Semana Santa, Cafiero se pone al frente del peronismo de la provincia y toma una actitud muy clara, va a Campo de Mayo le dice, le plantea a Aldo Rico que no contaran con el peronismo para una aventura de ese tipo y el domingo de las Pascuas es la persona que está al lado de Alfonsín en el balcón. Esto tiene mucho que ver con las ideas que Cafiero representaba, porque representaba una renovación y apuntaba enormemente a la consolidación de la democracia desde una manera distinta digamos con fuertes diferencias con un sector del peronismo que todavía estaba muy influenciado por la posibilidad de amnistía de una resolución distinta de lo que había sido la dictadura. 

Para Cafiero esto no deja de tener costos, porque gana la gobernación pero los presidenciales siete meses después en la interna con Carlos Menem la pierde y la pierde mal. Bueno, todo esto y todo lo que hace al surgimiento o a la recuperación del peronismo y la incorporación a la democracia, la renovación y Cafiero tuvieron mucho que ver. 

-Con una democracia consolidada y trayéndolo al contexto de ahora, ¿ves qué hay riesgos? 

-La democracia en la en algo en muchos aspectos ha sido realmente importante y se ha ido consolidando fundamentalmente a lo que hace a a la construcción de derechos tanto individuales como sociales, ha habido leyes en el transcurso de la democracia que han sido muy importantes. Yo digo la ley de divorcio, matrimonio igualitario, aborto, han sido temas importantes que la democracia los ha abordado y que ha encontrado internamente como fuerza,  como democracia la posibilidad de debatirla, discutir las diferencias y votar. En otros aspectos no hemos logrado los objetivos que te buscas tanto en lo económico como en lo social. Cuando uno mira el proceso que se inicia en el año 75 en el 76 digamos y la Argentina del 74-75, con la actual, podemos decir que la democracia tiene determinadas asignaturas pendientes que las tiene que cumplimentar  y tiene deudas con la sociedad. Ese problema no es del sistema, es un problema de la dirigencia y de la construcción de poder que evidentemente no hemos podido romper del todo el sistema.



Estos debates se han dado muy fuertemente también en el transcurso del inicio de la democracia y dentro del peronismo te diría que mucho, es decir, la discusión de Cafiero - Menem tiene que ver con estas cosas. Nuestra democracia pasa por distintas cosas que han ido sucediendo en el mundo que hay que ponerlas en contexto. Nuestra democracia viene en el final de la guerra fría donde todo se discutía de una determinada manera. En el 89 cae el muro de Berlín, cae la Unión Soviética, viene la proclamación del capitalismo como ideología gobernante, hay nuevas formas de construcción y en estas discusiones estaba el peronismo. Cuando vos te pones a pensar fines del 89-90, en diciembre del 89 se inicia el proceso y Cafiero convoca el proceso de reforma constitucional.



Esa reforma constitucional que trabajaron durante meses y meses los mejores constitucionalistas del peronismo, del radicalismo de la democracia cristiana, del partido intransigente, de casi todas las fuerzas y se arribó a una constitución que algunos podemos definir como ejemplar, como lo mejor que se podía concebir en un determinado momento pero eso no tenía absolutamente nada que ver con el neoliberalismo emergente, era una constitución que hablaba del concepto de la propiedad social, era una constitución que hablaba de derechos, que consolidaba principios de justicia social, tenía toda una una estructura desde el punto de vista del Estado como garante de la justicia social que eran las cosas que se habían absolutamente distinto a lo que emergía en ese momento que era el neoliberalismo que ya lo representaba claramente el gobierno de Carlos Menem, entonces imagínate vos que la oposición desde ese lugar así como media solapada de el menemismo, con algunas figuras la UCeDe  y algunas figuras del mundo empresario que creían que esa constitución era expropiatoria, salieron a hacer campaña y el plebiscito se perdió. Quiere decir que ahí ya estábamos debatiendo esto de la del advenimiento digamos del modelo neoliberal a la Argentina. Ese es el tema a debatir y estamos debatiéndolo.

-Todavía sigue siendo en ciertos temas de discusión que aún no están saldados...

-Si vos unís 83-84 con nuestros tiempos la crisis de deuda estaba en aquel entonces y está hoy exactamente igual e incide en la política económica y social de este país de una manera determinante. La discusión sobre las empresas del Estado, era una discusión en el final del gobierno de Alfonsín, cuando Rodolfo Terragneo era Ministro de Obras y Servicios Públicos en el en el gobierno de Alfonsín ya empieza a plantear el tema de las privatizaciones, ahí plantea el tema de Aerolíneas, plantea el tema Somisa, se genera una un gran movimiento en términos sociales con la movilización más grande en términos políticos que haya tenido Ramallo en su momento, fue junto con San Nicolás el plantear la oposición a la privatización de Somisa.



Con Alfonsín nada de esas cosas se logran y son las que concreta Menem en su gestión. Por lo tanto digo la democracia entre los países en términos de el partido militar, aunque haya en estos tiempos reivindicaciones o intentos de volver a reivindicar lo que significa el concepto de juzgamiento, el tema de la de la de la memoria, de la verdad, y la justicia están lo suficientemente consolidados y desde ese punto de vista yo no veo absolutamente ningún peligro. Lo que veo y si me preocupa, es que en el transcurso de la democracia a lo largo de cíclicamente aparecen las crisis de representatividad. Si vos miras esto que iniciamos el 2001 fue determinante como una tremenda crisis de representatividad y el que se vayan todos no es un no es un eslogan para dejarlo pasar, era un genuino sentimiento de parte de la sociedad. La unión del gobierno ese, salido de la asamblea legislativa de Duhalde en el acuerdo con Alfonsín, lograron apaciguar y generar un proceso electoral que creo que Néstor Kirchner lo interpreta muy bien y esa crisis de representatividad es un poco lo que estamos viviendo hoy.

-Se hace otra vez cíclica...

-Y esa crisis de representatividad es la que alguien la puede plantear como una debilidad de la democracia, bueno es una debilidad de las fuerzas políticas. Es el tema a debatir y estamos debatiéndolo todavía.
 

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