ENTRE SIDRA Y ROSCA
La Tecla
Redacción
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Las bajas de la Provincia
La caída de la producción y el consumo es motivo de suspensiones y despidos en todo el territorio bonaerense. A su vez, el parate en las obras públicas dejó un tendal de trabajadores de la construcción desocupados. A continuación, cuántos cesantes generó la era Milei en la provincia de Buenos Aires.
Por Simón Reyna
La capacidad productiva de la provincia de Buenos Aires la ubica como uno de los motores de la economía argentina, tanto es así que representa más de un tercio del producto interno bruto y de las exportaciones totales nacionales, a la vez que alcanza al 40% de la recaudación nacional y nuclea aproximadamente la mitad de la actividad industrial del país.
Debido a su alta densidad poblacional y su capacidad industrial instalada, el sector agropecuario como el sector industrial se encuentran altamente desarrollados y, a partir de su interrelación, conforman una estructura económica provincial sumamente diversificada.
Sin embargo, las alarmas están encendidas y el pesimismo atraviesa a todos los sectores productivos. A más de 4 meses de asumido el nuevo Gobierno nacional, las condiciones materiales de producción y consumo se han visto ostensiblemente deterioradas. La pérdida del poder adquisitivo por parte la población que golpea de lleno al consumo, la fuerte escalada inflacionaria, los tarifazos y la apertura de importaciones son algunos de los múltiples factores que hoy dejan en la provincia de Buenos Aires una colosal suma de despedidos.
A este escenario se suma la paralización de la Obra Pública sin criterio ni objetivo, por consiguiente la construcción es uno de los sectores que peor panorama pinta y que, a su vez, mayor número de cesantes ocupan en los índices de desempleo.
Si bien desde la gestión libertaria afirman que “la cantidad de personas con trabajo registrado se redujo un 0,1%”, un análisis minucioso de los datos arrojados por el SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino) pinta una realidad completamente distinta. El informe llega en diferido, el Ministerio de Capital Humano hizo la publicación en abril pero los datos corresponden a enero de 2024. Por lo que el conteo solo se puede hacer respecto a los dos primeros meses de gobierno del presidente Javier Milei.
A saber, este informe mensual presenta la situación y evolución del total de los trabajadores registrados en la seguridad social, conformado por los asalariados del sector privado y público, los trabajadores de casas particulares, los trabajadores autónomos y monotributistas (incluyendo los monotributistas sociales). A enero de 2024, la población con trabajo registrado, en el total del país, alcanzó los 13,367 millones.
En la provincia de Buenos Aires, que representa más del 40% de la pérdida nacional, se perdieron 16,864 puestos de trabajo en el sector privado formal. De noviembre a diciembre fueron 4,567, mientras que de diciembre al último mes medido 12,297. A nivel país (en el sector privado formal), de noviembre a diciembre las bajas alcanzan las 10,148 personas, y de diciembre a enero un total de 30,455, dejando un saldo de 40,603 empleos formales perdidos en la Argentina.
Cabe aclarar que, el 0,1% (10,7 mil personas menos) que contabilizó el Gobierno corresponden a todas las modalidades de trabajo. De esta manera las otras formas de trabajo registrado, autónomos y monotributistas en su mayoría, compensan la pérdida en el sector público y privado. Lo que se podría interpretar como un doble movimiento en el mercado laboral, hay una baja significativa de puestos efectivos, tanto públicos como privados, pero el índice muestra una “mejoría” puesto que aumentan los monotributistas.
En relación a las ramas ligadas al mercado interno a nivel nacional, y de mayor a menor en cantidad de trabajadores, de noviembre a enero la Construcción perdió 32,594, Hoteles y Restaurantes 5,810, Transporte 3,292, Industria 2,935, Actividades Empresariales 2,376 y Comercio 2,240. En total una pérdida de 49,297 empleados.
No obstante, el número se reduce a 40,603 cuando se le aplican los 8,644 aportados por el crecimiento en el resto de las ramas. Estas son: Agricultura, Pesca, Minería, Energía, Intermediación Financiera y Servicios Comunitarios.
Como se indicó, debido a la densidad poblacional del territorio bonaerense, aproximadamente 17 millones de personas (40% de la población argentina) habitan su suelo, y el peso que tiene en la producción nacional (poco más 30% del PBI) es que en la provincia de Buenos Aires impactan de lleno las consecuencias del modelo económico libertario.
En diálogo con La Tecla, el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, expresó que el sector industrial está enfrentando una situación complicada debido a la caída en la demanda, los aumentos en tarifas de servicios, la apertura de importaciones y la falta de competitividad en el mercado internacional. Al mismo tiempo, reconoce que como la provincia de Buenos Aires concentra el 50% de la industria “se ve especialmente afectada”.
“Nosotros venimos, a causa de las medidas del Gobierno (nacional) con una caída que en algunos sectores fue provocando despidos, suspensiones, y, todavía muy pocos, cierres de fábricas. Sabemos que de acá a 4 o 5 meses eso se va a profundizar, los números que tenemos nosotros de encuestas nos dan alrededor de 20,000 despedidos, pero sabemos que esto se va a triplicar de acá a 6 meses”, indicó.
A su vez, Rosato señaló que esto se debe a que en lo inmediato comenzarán a ingresar “las importaciones, y eso es mercadería que va a suplantar a productos hechos por mano de obra argentina. Estamos hablando del sector de alimentos, sector textil, sector calzado, sector bienes de capital, fabricantes de muebles, por ejemplo. Bueno, todo esto se está importando y ya están en el país, se está concretando toda esa entrada de productos que viene del exterior”. En tanto, agregó: "Eso va a pegar muy fuerte en la industria nacional, lógicamente provocará, en muchos casos, el cierre de fábricas que no pueden pagar salarios y que están trabajando hoy al 30% de su capacidad instalada”.
Con relación a la provincia de Buenos Aires, sostiene que es un actor “muy fuerte” que concentra el 50% de la industria. ”Lógicamente cuando hablamos de despidos, estamos calculando que el 50%, y algo más, corresponden a la Provincia”. En ese sentido, remarcó que la capacidad industrial, mayormente concentrada en el conurbano, “atraviesa suspensiones y se encuentra trabajando a un porcentaje muy bajo de su capacidad instalada”.
Por otro lado, en febrero el Consejo Federal de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) emitió un comunicado en donde alertaba sobre el “estado de emergencia” que atraviesa el sector. Allí, advirtió que el futuro de 1.400 empresas y 200.000 empleos se encuentran en riesgo.
◼️ Convocamos al Consejo Federal por parálisis de obra pública
Se encuentra en riesgo la continuidad de muchas empresas, la pérdida de capital y conocimientos productivos así como el consecuente impacto sobre el empleo.
Más información en https://t.co/Falieeykme#CAMARCO pic.twitter.com/AhxJVNSw6V
— Cámara Argentina de la Construcción (@CamarcoArg) January 29, 2024
“De persistir la grave situación actual, tendrá efectos irreversibles sobre el sector en particular y la economía en general”, indicaron.
En cuanto a la realidad del sector de la construcción en la Provincia, el secretario general de la UOCRA Bahía Blanca, Carlos Boer, conversó con La Tecla y expresó su preocupación por la situación que atraviesa la construcción. Además, se mostró escéptico a una pronta recuperación del sector que devuelva los puestos de trabajo o alguna decisión del Gobierno que reactive las obras públicas detenidas.
“La provincia de Buenos Aires se encuentra en una situación muy catastrófica porque se ha enfriado mucho la economía. La obra privada se está replanteando.Los desarrollos inmobiliarios, edificios e inmobiliarios, se ralentizaron a causa de las mismas políticas que afectan a todos el país”, apuntó.
En cuanto al desarrollo de las obras que corresponden al Gobierno bonaerense aclaró que “se están reactivando”. “El Gobernador está cumpliendo con los compromisos de ir reactivando de a poco las obras. Pero es una situación burbuja, en comparación al resto del país”.
En relación a alguna mejoría futura en el sector, Boer señaló que “si el gobierno nacional recapacita” podría suceder. Y agregó: “Si no sucede veo un futuro muy oscuro. La realidad es que la política que tiene este gobierno nacional de privatizar la obra pública es algo para lo cual el país no está preparado. O no hay reglas claras para hacerlo. Si tenés una ruta para hacer hay muchísimas empresas interesadas en hacerla. Total, se quedan con una concesión y recuperarían el capital y no perderían dinero. Pero, ¿qué empresa estaría dispuesta a hacer una unidad penitenciaria, un hospital, cloacas o escuelas? ¿Dónde encontraría el rédito la empresa? Ahí es donde vemos un presente complicado y un futuro muy sombrío”, sentenció.
La actividad productiva bonaerense se enfrenta a un contexto social, político y económico muy difícil e incierto, signado por las decisiones de política pública que adopta la gestión a cargo del presidente Javier Milei. Si en algo coinciden quienes tienen la tarea de representar a los sectores productivos es que los meses venideros serán más duros, quedará en manos de la Provincia generar una estabilidad que permita darle un mínimo de horizonte a los actores que componen a la economía bonaerense.
◼️ Convocamos al Consejo Federal por parálisis de obra pública
Se encuentra en riesgo la continuidad de muchas empresas, la pérdida de capital y conocimientos productivos así como el consecuente impacto sobre el empleo.
Más información en https://t.co/Falieeykme#CAMARCO pic.twitter.com/AhxJVNSw6V