23 de julio de 2024
ESCENARIO ABIERTO
Mar del Plata: el impacto del RIGI en la Región
General Pueyrredon y los distritos circundantes preparan el terreno para la posible llegada de inversiones. Los sectores con más expectativa y las críticas al régimen
¿Llueve o no llueve? En este contexto, la pregunta, más que meteorológica, es política y económica. El Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) fue rubricado tanto en Diputados como en Senadores como uno de los puntos más altisonantes de la Ley Bases. Puesto el gancho surgió el interrogante, ¿cómo impactará el programa en la economía de la región Mar del Plata?
El distrito simbólico que la gestión de Guillermo Montenegro busca conducir se recorta sobre el mapa de la Quinta Sección. En este sentido, cuenta con el principal puerto del país, una importante extensión agrícola y ganadera además de capacidad industrial instalada. A esto se le suma la condición de Mar del Plata como uno de los centros turísticos más importantes tanto para el mercado interno como para los países limítrofes.
Desde los sectores que avalan al régimen mencionan a la experiencia off-shore como ejemplo de mini-RIGI: inversiones millonarias, estabilidad jurídica y reglas de juego claras por varios años. En este sentido, los empresarios que busquen invertir en la ciudad saben que contarían con el visto bueno legislativo al menos por tres décadas y sin depender de la gestión de turno.
A los rubros clásicos de la zona se suman otros más incipientes como los tecnológicos. En esa línea, desde el Ejecutivo se entusiasman con el Distrito TIC que había quedado fuera de agenda durante el último año luego de un fuerte impulso inicial.
Entre las filas libertarias se envalentonan con un impacto transversal a cualquier industria: el del “capital humano”. Las grandes inversiones traerán, desde la óptica de Libertad Avanza, gran cantidad de fuentes de empleo para marplatenses. En la vereda contraria se encuentran las fuerzas opositoras como Unión por la Patria, el Frente Renovador o Acción Marplatense. “Nosotros no tenemos duda de que no es bueno para el país”, indicó el edil Horacio Taccone. “Estamos poniendo en una situación desventajosa a las PyMEs, que son quienes ocupan un porcentaje grandísimo de trabajadores, con respecto a quienes, haciendo uso de este régimen, inviertan más de 200 millones de dólares, van a tener condiciones impositivas totalmente preferenciales”, subrayó.
“Hay elementos que nos hacen pensar lo contrario”, detalló en uno de los debates el concejal del Pro, Guillermo Volponi. “Cuando se ve cómo fue el transcurrir de la economía de los últimos años, donde en materia inversión, la Argentina tiene un retraso en décadas, ya casi 20 años que no crece el Producto Bruto Interno (PBI) del país”, argumentó. “Y eso tiene que ver con el hecho de que no hay inversiones o inversionistas ni externos ni internos, pero sobre todo externos que se animen, se atrevan a invertir un solo dólar”, concluyó el edil.
Más allá del debate de los componentes locales de la política, la llave central la tiene la administración de Axel Kicillof. En este sentido, los libertarios ponen como ejemplo al puerto de Mar del Plata. “Podría estar exportando al doble”, afirman desde las entrañas mileistas. No obstante, los muelles están bajo el mando del economista de UxP, Marcos Gutiérrez, quien aseguró que no adheriría al RIGI aunque impulsaría una iniciativa similar con foco en lo agroindustrial, uno de los olvidados por el régimen. Esa iniciativa fue calificada por los libertarios como un “RIGI blue” al cual no se le conoce aún destino.
Una adherencia que desnudó la tensión entre la UCR y sus socios
El impacto del RIGI no solo es mensurable en materia económica sino también política. El bloque Crear Más Libertad presentó a principios de julio un proyecto para que el Municipio adhiera al Régimen. Éste fue acompañado por la Coalición Cívica y el Pro -a excepción de Guillermo Volponi- pero no por la UCR. Las firmas afirmaron los indicios de los últimos meses dónde amarillos y lilitos viven momentos de sintonía fina con los libertarios con quienes ya habían impulsado otro proyecto. Oportunamente, las espadas de Milei hicieron lo propio con movimientos del oficialismo.
Por su parte, la Unión Cívica Radical volvió a pararse en “distancia de rescate” respecto a las posturas de sus socios y el gobierno nacional tal cómo había ocurrido con la privatización del Banco Nación o la educación pública, en especial en el tramo universitario. Si bien desde los pasillos buscan poner paños fríos a las fisuras, la tensión dentro del interbloque va en aumento. La comisión de Legislación podría ser uno de los lugares dónde la tropa boina blanca haga sentir su peso a favor o en contra.
RIDA: la opción del campo al Régimen de Incentivos
En General Pueyrredon, más allá del turismo y la pesca, el campo es un eslabón importante que se extiende por 150 mil hectáreas en todo el partido. El sector agropecuario quedó fuera del RIGI. Desde el municipio, antes de aprobarse, pedían que se volviera a la redacción original sancionada en Diputados para incluir al sector, ya que ponían como ejemplo una empresa de papas fritas que ve “en riesgo su expansión”. En la comuna hay aproximadamente trescientos productores ganaderos y trescientos agropecuarios, que también incursionan en ambas áreas. Por las posibilidades que brinda la llanura pampeana y la profundidad del suelo de la zona, se pueden abarcar distintos tipos de cultivos, en los que prevalecen la cosecha fina, como el trigo y la cebada; la gruesa, como el girasol y la soja; y la papa. En cuanto a la ganadería, hay alrededor de 70 mil cabezas de ganado en la ciudad. El sector aporta entre el 4% y el 7% de la recaudación al municipio.
Luego de que el sector no quedara incluido en el régimen, desde el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) volvieron a impulsar un viejo proyecto, ahora bajo el nombre de “Régimen de Inversiones para el Desarrollo Agroindustrial” (RIDA), el cual busca fomentar incentivos en el sector productivo, al igual que el RIGI. Incluye amortizaciones aceleradas y desgravaciones para quienes utilicen fertilizantes o semilla propia, entre otros incentivos.