Furgones de cola, el síndrome de Estocolmo y un definitivo adiós al PRO
El Foro de intendentes radicales fijó sus prioridades: unidad de cara a la renovación de autoridades provinciales y protagonismo en la toma de decisiones. Dejar atrás a sus exsocios, en el centro del debate.
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El último encuentro de intendentes radicales, que tuvo lugar en Magdalena y finalizó con un suculento asado, ratificó aquellas líneas directrices que la nueva conducción buscó imprimirle al Foro de jefes comunales boina blanca.
El cambio de formato, con una conducción colegiada en lugar del tradicional esquema presidencialista, significó un reconocimiento de que entre ellos existen diferentes “sensibilidades”. Léase con esto adhesiones a sectores internos del centenario partido.
También lograron reforzar la idea de recuperar y ponderar el poder territorial de la UCR, haciendo pesar sus posiciones en referencia a ideas, proyectos o relación con Axel Kicillof y su gobierno. Incluso a costa de diferenciarse de sus legisladores provinciales, quienes muestran cierto fastidio por el nuevo vuelo que han tomado los alcaldes radicales.
Como informó La Tecla.info, el encuentro del último miércoles dejó la sensación de que se reafirman en su idea de empoderamiento, reclamando participación en la toma de decisiones en cuanto a alianzas y programas de gobierno, además de exigir unidad de cara al proceso de renovación que vive el espacio en la Provincia. Sin chances de reelegir, Maximiliano Abad dejará la presidencia del Comité Provincia en manos de un nuevo titular, en medio de una disputa entre el abadismo, el sector que responde a Facundo Manes y Evolución, que lidera Martín Lousteau.
Sin embargo, otro concepto no menos trascendente quedó como saldo del cónclave de los alcaldes del radicalismo. Lo expresó, en voz no muy alta, uno de los participantes del mismo, y está referido a la relación, para algunos ya terminada, con sus (¿ex?) socios del PRO.
“Furgón de cola nunca más, ya no vamos a permitir eso en el partido. Si así fuese, estaríamos con síndrome de Estocolmo”, aseguró un jefe comunal del interior. La referencia a la capital sueca está vinculada a la patología definida con ese nombre, y que consiste en la reacción psicológica en la que la víctima de un secuestro o retención en contra de su voluntad desarrolla una relación de complicidad y un fuerte vínculo afectivo con su secuestrador o retenedor.
La idea sobrevuela de manera insistente, a pesar de que admiten que en muchos distritos tienen buenas relaciones con los amarillos, especialmente allí donde gobiernan. Sin obviar que en la Legislatura bonaerense ambos espacios conforman interbloques de hecho, ya que no existe esa figura en el parlamento provincial.
“Para muchos de nosotros es un tema terminado, porque ellos se pelean a ver quién está más cerca de los libertarios. Nosotros tenemos que recuperar la vocación de poder del radicalismo y construir una opción de centro escuchando a la sociedad, teniendo en claro que debemos ser protagonistas y no convidados de piedra como hemos sido hasta ahora en Juntos por el Cambio”, analizó el referente boina blanca.
Ese fue, precisamente, uno de los puntos centrales del documento que emitieron tras el Foro, remarcando que la unidad interna de cara a las elecciones partidarias debe tener como fin la construcción de una fuerza capaz de ser alternativa de gobierno.
Al respecto, hicieron especial hincapié en que la propuesta debe estar "caracterizada por un fuerte sentido territorial, con mucha presencia de los territorios, y también buscando una mayor presencia y autonomía de los gobiernos locales".
El golpe de autoridad dado por los intendentes de la UCR es interpretado como una “marcada de cancha” a la dirigencia provincial. Se proponen “trabajar para instituir al Foro como órgano consultivo de la estrategia para las alianzas partidarias”, señalan, reclamando un rol protagónico en la toma de decisiones.
Y van a fondo al condicionar “la consulta del Foro para la elaboración del Plan de Gobierno 2027 para la provincia de Buenos Aires”, en busca de calzarse la camiseta de titulares en el equipo rojo y blanco.