El Ejecutivo aceleró y tiene una lista de más de 100 nombres para cubrir cargos judiciales. Además, busca completar los lugares vacantes en la Corte. La negociación a varias bandas en el Senado provincial está en marcha e incluye a casi todos los espacios políticos.

Juego de tronos: leyes, pliegos y sillones en la rosca de oficialistas y opositores

En paralelo con la batalla dialéctica que Axel Kicillof mantiene con Javier Milei y la administración libertaria nacional, el Gobernador manoteó la palanca de cambios y metió la quinta velocidad en el ámbito legislativo.

A través de sus terminales parlamentarias, el oficialismo inició una negociación a varias bandas, que incluye acuerdos -o intentos, al menos- centrados en leyes y sillones por ocupar en la Justicia y en organismos del Estado provincial.

Así, La Tecla.info pudo confirmar que Unión por la Patria y las fuerzas opositoras (radicales, amarillos y libertarios de distinta “sensibilidad”) iniciaron el trabajo para pulir una lista de más de 100 pliegos judiciales enviados por el Ejecutivo. “Son algo más de cien, pero no llega a los doscientos, como se dijo por ahí”, reconocieron desde la Provincia. Un legislador precisó que son 110 en total los que se negocian, en un sistema provincial que tiene más de 700 casilleros por llenar.

Hilda Kogan, Fernando Soria y Sergio Torres, integrantes de la Suprema Corte.

El diálogo multipartidario incluiría, además, un fuerte impulso para la designación de quienes cubrirán las cuatro vacantes que se registran en la Suprema Corte bonaerense. El máximo órgano de Justicia provincial quedó con sólo tres integrantes tras la renuncia de Luis Genoud en junio pasado: el presidente Sergio Gabriel Torres, su vicepresidente Fernando Soria y la ministra Hilda Kogan, magistrados con larga trayectoria.

Días atrás, Torres volvió a pedir premura para completar los despachos vacíos del Poder Judicial y la composición de la Corte. En una entrevista con Primer Plano Online, el magistrado reconoció que en el último tiempo hubo avances en la cobertura de cargos, pero señaló que de todas formas la situación los sigue “preocupando”.

En el entorno de Axel Kicillof habían anticipado que era un tema a tratar en el segundo semestre, y que esa discusión llegaría luego de la designación de llegar en el debido momento y después de avanzar un poco más en la designación de funcionarios en juzgados de paz, tribunales de primera instancia, cámaras de alzada, fiscalías y defensorías. Pues bien, el segundo semestre llegó y el ministro de Justicia, Juan Martín Mena, hizo los deberes.

Sin embargo, la rosca legislativa no se circunscribe a un mero trueque de postulantes ni a un “toma y daca” por las apetecibles sillas en la Corte. El tamaño de la negociación en marcha es mucho mayor y de ella participan prácticamente todos los bloques.

“Indemnizaciones y pliegos van arriba de la ambulancia", lanzó ayer un senador opositor, graficando que nombres propios y proyectos van de la mano, añadiendo que “todo está dentro de un gran paquete”.

En el combo están, precisamente, dos proyectos que la Cámara alta tiene entre sus manos (ambos cuentan con media sanción en Diputados), y que no cuentan hasta el momento con el visto bueno de los bloques no oficialistas: el que propone crear una empresa de Emergencias bajo el formato de Sociedad de Estado y el que eleva los montos de las indemnizaciones laborales, impulsado por las camporistas Maite Alvado y Soledad Alonso.

También se espera, amén de las municiones que recibirá el oficialismo por la no adhesión al RIGI nacional y la decisión de YPF y Petronas de descartar a Bahía Blanca para la planta de GNL (se instalará en Río Negro), que entre en el paquete el proyecto de crear un RIGI provincial, aunque los legisladores, incluso los del oficialismo, aún desconocen su redacción.

La UCR (bloque radical más Cambio Federal), el PRO y los libertarios mileístas ya expresaron su rechazo a ambas iniciativas, lo mismo que los tres miembros del bloque de La Libertad Avanza distanciados de Karina Milei y el armador Sebastián Pareja, presidido por Carlos Kikuchi.

Silvana Ventura, Carlos Kikuchi y Sergio Vargas, libertarios "dialoguistas" del Senado.

Sin la cantidad de porotos necesarios para darles sanción, el oficialismo mantiene las esperanzas, sostenidos en que la rosca pueda hacer un milagro. “Veremos, hay mucho para charlar, aunque reconocemos que está complicado. Pero todo puede pasar”, se ilusionaba uno de los negociadores peronistas.

A cambio de repentinos cambios de opinión -difíciles pero no imposibles en política- el oficialismo cuenta con algunas cartas, ases en la manga que podrían torcer lo que aparece como un imposible.

Sobre la mesa están arrojados sillones en la Corte y pliegos, ya mencionados, pero también espacios en algunas empresas del Estado o con participación estatal y hasta lugares en el directorio del Banco Provincia o sus compañías.

El mesurado optimismo de las huestes kicillofistas no es antojadizo ni ingenuo. Está basado en la experiencia de Diputados, donde lograron sacar adelante ambos proyectos gracias al acompañamiento de los libertarios “dialoguistas”, bloque presidido por Gustavo Cuervo.

Los “libermassistas”, así denominados por los mileístas acérrimos que los acusan de lazos estrechos con el Frente Renovador, tensionaron el vínculo con el oficialismo hasta que lograron un compromiso que, dicen, estaba pactado desde hace tiempo.

El mismo consiste en otorgarles un sillón en la conducción del Bapro, que iría a parar a manos de Fernando Rozas, un exmassista integrante de esa bancada. Fue Fiscal de Estado Adjunto durante la gestión de Daniel Scioli en la Provincia, diputado provincial y dueño del sello Unión Celeste y Blanco, con el que Javier Milei compitió el año pasado en territorio bonaerense.

Los libertarios "dialoguistas" de Diputados, comandados por Gustavo Cuervo.

En ese “éxito” se sustenta el optimismo oficialista, que sueña con entregarle a Kicillof una victoria con la sanción del proyecto de ambulancias, con una táctica que podría volver a poner en práctica: si faltan manos levantadas, siempre puede haber alguna “ausencia sorpresiva” que permita festejar.

Si radicales, amarillos y mileístas se plantan en el NO, UxP estará a dos o tres votos (para empatar y forzar la definición con Verónica Magario y para ganar la votación, respectivamente) de la sanción.

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