La voluntad popular diseñó una Legislatura con determinada representación. Sin embargo, las luchas intestinas crearon un tablero multicolor de bancadas, especialmente en Diputados.
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El poder del voto popular es el basamento de la democracia representativa que, a decir de la abrumadora mayoría de la sociedad, es imperfecto pero es el mejor de los sistemas de gobierno.
Con altos porcentajes de participación, los comicios realizados en 2021 y 2023 arrojaron una conformación legislativa en la provincia de Buenos Aires que, con el correr del tiempo, sufrió enormes modificaciones respecto de la oferta electoral de estas citas.
A excepción de Unión por la Patria, heredera del Frente de Todos en la tarea de contener las diferentes sensibilidades del peronismo, el resto de los espacios dejaron de existir o se transformaron por efecto de rupturas e implosiones internas, modificando el tablero de manera sustancial.
Así, Juntos por el Cambio, sostenido en la triada UCR-PRO-Coalición Cívica, contaba con 37 manos, la misma cantidad que el oficialismo, pero dejó paso a bloques separados (en el Senado sin los "lilitos", carentes de representación).
Es más, radicales y amarillos se subdividieron, producto de las disputas internas: los boina blanca tienen dos bancadas en Diputados (los de Maxi Abad, con 7 sillas, y los referenciados en Facundo Manes y Martín Lousteau, con 8 lugares). Juntos podrían convertirse en la segunda minoría, aunque la opción se alejó tras la falta de acuerdo en la interna partidaria.
Otro tanto ocurrió con el PRO, averiado por el enfrentamiento entre macristas y bullrichistas. Con 13 “oficialistas” y 5 disidentes vinculados a la ministra de Seguridad, también estaría en condiciones de alcanzar el segundo lugar en representación tras el peronismo.
Las “Fuerzas del Cielo” tampoco escapan a las generales de la ley en Diputados. Tras su irrupción, un grupo decidió romper y armar bloque propio, bajo la autodenominación de “libertarios dialoguistas”, aunque sus detractores les llaman “libermassistas”. En principio fueron ocho, sumándose luego Constanza Moragues, quien llegó a la Cámara de la mano de José Luis Espert. Y dos unibloques: el de Guillermo Castello y el de la piparista Jazmín Carrizo.
En el Senado, los radicales se mantuvieron unidos (todos responden al oficialismo partidario) y el PRO sufrió dos fugas: Florencia Arietto hacia los libertarios y Daniela Reich con su monobloque PRO Libertad. También se partieron los libertarios, tras la pelea que mantuvo el exarmador Carlos Kikuchi con Karina Milei. Conformó su bloque de tres y selló su pase, días atrás, al espacio de Cuervo y Luayza.
EL SENADO
Las Fuerzas del Cielo
La atomización y división, lo que más avanza entre los libertarios
Como ocurrió en Diputados, los libertarios se dividieron en la Cámara Alta. El exarmador provincial Carlos Kikuchi, distanciado de Karina Milei y el armador Sebastián Pareja, formó bloque propio (3 miembros) con Sergio Vargas y Silvana Ventura. El “Chino” selló días atrás su alianza con Unión Renovación y Fe, espacio que cuenta con 9 manos en la Cámara baja y que lideran Gustavo Cuervo y Fabián Luayza. A ellos, que se consideran libertarios “dialoguistas”, se les achacan vínculos con el massismo.
Por su parte, el mileísmo puro está representado por el bloque de La Libertad Avanza, presidido por Carlos Curestis, quien logró sumar a dos extrapartidarios: Florencia Arietto, que rompió con sus excompañeros del PRO, y el exministro de María Eugenia Vidal y otrora intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, que deshizo su monobloque “Derecha Popular”.
Además, las “Fuerzas del Cielo” tienen un espacio unitario que ocupa Betina Riva, referenciada en Carolina Píparo, que se muestra crítica con muchas de las medidas del gobierno de Javier Milei.
Amarillo difuminado
Un desprendimiento con “buena onda”
La batalla que libran Mauricio Macri y Patricia Bullrich repercutió en el Senado. El bloque del PRO acoge a distintas vertientes del partido, compartiendo también la conducción: Alejandro Rabinovich, alfil del intendente marplatense Guillermo Montenegro, preside la bancada secundado por el angelicista Christian Gribaudo.
Tras la remoción de las autoridades del partido en la Provincia y la asunción de Cristian Ritondo como nuevo titular del Consejo (con apoyo de santillistas, jorgemacristas y grindettistas, entre otros sectores), la hasta entonces equilibrada unidad se resquebrajó. La desplazada titular del órgano de conducción amarilla, Daniela Reich, esposa del intendente bullrichista de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, hizo rancho aparte adoptando el nuevo sello del sector de la ministra de Seguridad de la Nación: PRO Libertad.
A pesar de las tensiones, los vínculos entre la senadora y sus excompañeros de ruta son cordiales. También hay canales abiertos de forma permanente con sus socios radicales en algunos puntos concretos.
Adelante, radicales
Oficialismo partidario en bloque unificado
El bloque boina blanca en el Senado, que conduce el chacabuquense Agustín Máspoli, se mantiene unificado, a diferencia de lo que sucede en la Cámara baja. En el seno de la bancada conviven radicales de comité, alfiles monzoístas como Marcelo Daletto y margaritos (Lorena Mandagarán), por lo que la ausencia de referentes de Facundo Manes y Martín Lousteau hace que se minimicen los riesgos de fugas. El grupo completo de radicales responde al sector interno de “Adelante Buenos Aires”, que lidera el senador nacional y presidente del Comité Provincia, Maximiliano Abad.
Los vínculos con sus exsocios del PRO en Juntos por el Cambio son buenos, aunque “no siempre pensamos igual, en muchos temas tenemos posiciones diferentes”, aseguró un legislador de la UCR. Igual que en Diputados, tampoco en el Senado existe la figura del interbloque, por lo que los acuerdos a los que puedan llegar se logran por el buen vínculo que mantienen Máspoli con el marplatense Alejandro Rabinovich, conductor del espacio amarillo.
Todos unidos legislaremos, a pesar de las tensiones
Con 21 legisladores, el bloque de senadores de Unión por la Patria es la continuidad del Frente de Todos. En su interior conviven diferentes expresiones, convirtiéndose en el único espacio político que no ha sufrido resquebrajamientos ni fugas. Esto no significa que no existan tensiones, producidas por la dinámica que le imprimen kirchneristas, kicillofistas, camporistas y massistas al grupo que conduce la sanisidrense María Teresa García.
EN DIPUTADOS
Implosión amarilla
Unos con las Fuerzas del Cielo, los otros interbloque con los exsocios
Luego de la derrota de Juntos por el Cambio en las elecciones de 2023 y el arribo de Patricia Bullrich al gobierno de Javier Milei, el PRO implosionó. La grieta endógena que hizo eclosión con la remoción de las autoridades del partido en la provincia de Buenos Aires y el arribo de Cristian Ritondo a la titularidad del Consejo bonaerense, repercutió duro en la Cámara de Diputados, donde el bullrichismo partió el bloque y conformó un espacio de 5 legisladores. Por estas horas, el sector que preside la browniana Florencia Retamoso apura la conformación de un espacio común con los libertarios mileístas y otros afines a las Fuerzas del Cielo, lo que podría transformarlo en la segunda minoría del cuerpo con 15 integrantes.
Por su parte, el PRO “original”, bajo la conducción del santillista Agustín Forchieri, mantiene su vínculo con la UCR abadista que preside el marplatense Diego Garciarena. Sin una normativa que ampare la fórmula del interbloque, boinas blancas, amarillos macristas y la Coalición Cívica, que cuenta con tres legisladores, actúan como un trío “de hecho”, adoptando posturas coincidentes en la mayor parte de los debates. En las últimas horas, los tres bloques presentaron en forma conjunta un proyecto para instituir la Boleta Única de papel en las elecciones que se realicen en el territorio bonaerense.
Libertarios dispersos
Mileístas, liberales, dialoguistas y otros
En 2021 con el sello de Avanza Libertad, luego como La Libertad Avanza, los movimientos en el liberalismo-libertarismo fueron muchos. Tras la integración de la Cámara, 9 legisladores conformaron su propio espacio bajo la presidencia de Gustavo Cuervo. Se consideran dialoguistas y han acompañado varias veces al oficialismo levantando sus manos en el recinto. Con malicia, sus rivales les llaman “libermassistas”, por sus presuntos contactos con Sergio Massa, referente máximo del Frente Renovador.
En tanto, los mileístas puros son conducidos ahora por Agustín Romo, tras la ida de Nahuel Sotelo al gobierno nacional. Trabajan para conformar un espacio común con el PRO bullrichista, y sueñan con convertirse en segunda minoría en el cuerpo con la incorporación de Guillermo Castello (Libre), quien ingresó en 2021 de la mano de José Luis Espert, y de Jazmín Carrizo (Buenos Aires Libre), referenciada en Carolina Píparo, distanciada de Karina Milei y el núcleo duro que rodea al Presidente.
UCR en crisis
Un bloque que se rompió, no se dobló
El año se inició con la ruptura de la bancada, tras el distanciamiento entre Facundo Manes y Maximiliano Abad. Los leales al neurocientífico armaron su propio bloque -fuera del virtual interbloque-, conducido por Claudio Frangul, quedando el abadismo al mando de Diego Garciarena.
Los maneístas, incluso, votaron en sentido diferente al oficialismo radical en algunas ocasiones. Ante la apertura del periodo de renovación de autoridades para el Comité Provincia, que preside Abad, hubo sectores que empujaron la reunificación de la bancada, como hicieron los intendentes boina blanca reunidos en el Foro. El acuerdo entre Manes y Martín Lousteau depositó a los diputados Pablo Domenichini y Belén Malaisi en el sector de Frangul, que tiene hoy 8 integrantes contra 7 del que responde a Garciarena. La decisión de Adelante Buenos Aires y Futuro Radical de ir a elecciones el 6 de octubre parece cerrar la puerta para una reunificación, y abre la puerta a una interna legislativa que pondría en cuestión la representación radical en las autoridades de Cámara.
Peronismo 2024
Del Frente a la Unión, siguen juntos
El peronismo y sus vertientes confluyeron en 2023 bajo el sello de Unión por la Patria, que sumó nuevos legisladores a los que habían ingresado dos años antes bajo el paraguas de Frente de Todos. Bajo la presidencia del camporista Facundo Tignanelli, conviven en su seno diferentes sectores, no siempre con la misma sintonía.
El año comenzó caliente por un planteo de los legisladores massistas, vaciando sus bancas en plena sesión. Igual ocurre con proyectos como el de modificar el cálculo de indemnizaciones laborales, impulsado por La Cámpora y que fue apoyado por la bancada completa, aunque su texto y sus objetivos no convencen a todas las tribus. Por un acuerdo interno, el actual titular del cuerpo, Alejandro Dichiara (vinculado al grupo de los intendentes) dejaría la conducción el año próximo a Alexis Guerrera, uno de los principales referentes del Frente Renovador.
Dos bancas, dos bloques y la característica rotación
La izquierda, con su esquema de rotación, cuenta con dos bancas en la Cámara de Diputados. Sin embargo, los representantes del trotskismo provincial están en bloques separados, al provenir de espacios diferentes. Así, Guillermo Kane ingresó en 2021 por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, mientras que Laura Cano, por el sistema de rotación, reemplazó a Graciela Calderón en el bloque PTS-Frente de Izquierda Unidad.