Axel Kicillof no logra llegar a un acuerdo con la oposición mientras lidia con las diferencias internas que sostiene con La Cámpora y el Frente Renovador. El miércoles que viene tendrá una prueba de fuego mientras intentan acercar posiciones.

La batalla legislativa por el endeudamiento todavía no encuentra una salida consensuada

El debate por el endeudamiento que solicitó Axel Kicillof continúa trabado en la Legislatura bonaerense y se transformó en el principal conflicto político luego de que se aprobaran el Presupuesto y la Ley Fiscal. El proyecto enviado por el Gobernador busca autorización para tomar deuda por 3.685 millones de dólares, pero aún no reúne consenso y mantiene abierta una negociación que involucra a los bloques opositores y al cristinismo.

La discusión se concentra en dos puntos centrales. Por un lado, la definición del fondo que será destinado a los municipios y la forma que tendrá su distribución. Por el otro, los cargos en el Banco de la Provincia de Buenos Aires (BAPRO) y en otros organismos de la administración provincial. Ambas cuestiones forman parte del intercambio que determinará si el Ejecutivo logra finalmente la autorización legislativa que considera necesaria para transitar el 2026.

El miércoles 3 es el día en el que se convocaron sesiones extraordinarias tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores. La primera está prevista a las 15 y la segunda a las 17. De este modo, se espera que en esa jornada finalmente se llegue a un acuerdo entre todas las partes.

La distancia entre las versiones oficiales y opositoras demuestra que el desacuerdo está lejos de resolverse. En la oposición señalan que el Ejecutivo propone que el fondo municipal se reduzca a 120.000 millones de pesos y que se pague en cinco cuotas, de las cuales solo tres llegarían a los municipios durante 2026 y las otras dos durante el año siguiente. Ese monto representa aproximadamente un tercio del planteado por la iniciativa original, que ataba los recursos al nivel de deuda que la Provincia lograra tomar en los mercados. La diferencia clave, según los opositores, es que se trataría de un fondo garantizado y no sujeto al acceso al crédito internacional.

En el oficialismo, en cambio, aseguran que la propuesta alcanza los 240.000 millones de pesos. Confirman también el esquema en cinco cuotas, con un cronograma que se extendería entre abril de 2026 y abril de 2027. Sin embargo, lo que genera mayor tensión no es el importe final sino el mecanismo de distribución entre los municipios.

El Ejecutivo pretende utilizar un sistema automático “por goteo”, basado en criterios objetivos como el Coeficiente Único de Distribución (CUD) o una combinación del CUD con los ingresos municipales. La postura contrasta con la de legisladores de La Cámpora, que plantean que el reparto sea definido por una comisión bicameral. Ese modelo se asemeja al utilizado para la asignación de los fondos del Fondo Fiduciario para el Desarrollo del Plan de Infraestructura Provincial (PROFIDE), que permite evaluar proyectos y distribuir recursos de manera caso por caso.

“Para el Ejecutivo, la discrecionalidad de la bicameral parece ilegal”, afirmaron a La Tecla fuentes del entorno de Kicillof, en una indicación de que la discusión interna también complejiza los intentos por destrabar el acuerdo.

“Debutó la agrupación sin chistar”, se escuchaba decir por los pasillos de la Legislatura cuando estalló en redes sociales una imagen tomada por el fotógrafo Ignacio Amiconi para la Agencia AG. Alexis Guerrera y Facundo Tignanelli inmortalizaron un momento en el que sostenían una comunicación telefónica con Sergio Massa en una jornada en la que había fracasado el intento de aprobar el endeudamiento. La frase rememoró aquella declaración realizada por el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, al exigirle a los legisladores oficialistas que aprobaran los proyectos de Kicillof “sin chistar”.

Al respecto, el propio presidente de la Cámara de Diputados publicó la foto en su cuenta de X: “Gran foto del momento en que @SergioMassa nos pide que hagamos el esfuerzo de citar a una nueva sesión para presionar a la oposición a definir si nos da o no las herramientas de Gobernabilidad!”. Tanto desde el massismo como el camporismo dejaron en claro que el bloque oficialista estaba preparado y unificado para sacar la ley que pidió el Gobernador.

El otro eje de negociación involucra al Banco Provincia. Para avanzar con el tratamiento del endeudamiento, el Ejecutivo puso sobre la mesa la posibilidad de ampliar el directorio del BAPRO de ocho a doce miembros, con el objetivo de ofrecer nuevos lugares a representantes opositores. Desde el oficialismo sostienen que ese cambio depende de que la oposición envíe los nombres de los postulantes para que los pliegos sean analizados en el Senado.

Sin embargo, los referentes opositores han evitado acompañar esa ampliación. En el Ejecutivo afirman que “no quieren quedar pegados políticamente”, ya que se trata de una modificación que incrementaría el gasto sin mejoras asociadas a la productividad del organismo.

Ante la falta de acuerdo, apareció una alternativa. El Ejecutivo evalúa crear cuatro cargos de asesores, o con una denominación aún por definir, que no integrarían el directorio pero percibirían la misma remuneración que los directores. Desde la oposición miran esta alternativa con reservas, ya que esos cargos tendrían menor estabilidad: podrían darse de baja mediante una simple resolución interna del Banco.

La negociación también abarca vacantes en otros organismos clave. Uno de los más mencionados es el Tribunal Fiscal de Apelación bonaerense, que actualmente tiene cubierto solo uno de sus nueve cargos de vocales: opera como vocal de la Sala I el presidente del Tribunal, Ángel Carballal. Los ocho lugares restantes se convirtieron en parte de la discusión general. Desde Gobernación aseguran que están dispuestos a evaluar las propuestas opositoras para cubrirlos, siempre que se envíen los nombres correspondientes.

Mientras tanto, la falta de consenso mantiene paralizado el tratamiento del endeudamiento y agrega presión sobre las reuniones previstas. El oficialismo considera que la aprobación del financiamiento es esencial para sostener la gestión y advierte que, sin esa herramienta, la Provincia no podrá garantizar la totalidad de los recursos previstos para el año próximo.
Hasta ahora, no hay una fecha asegurada en la que el proyecto pueda convertirse en ley. La discusión continúa abierta y atraviesa a todas las fuerzas políticas de la Legislatura bonaerense.

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