17 de diciembre de 2025
EN LA MIRA
Cuatro presidentes de clubes del ascenso tienen cargos en el Ceamse gracias a “Chiqui” Tapia
En medio de todas las polémicas en las que está envuelto el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, se conoció que un grupo de presidentes de clubes del ascenso ocupan lugares en la empresa de residuos que preside Claudio Tapia

Sigue la tensión entre el gobierno de Javier Milei y el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio “Chiqui” Tapia. Entre el escándalo por la causa vinculada con la financista Sur Finanzas, los arbitrajes y las propiedades de lujo que presuntamente tiene Pablo Toviggino, se encendió una nueva polémica por el Ceamse, empresa que preside el propio Tapia.
Desde que “Chiqui” Tapia llegó a la presidencia de la AFA, el tablero del poder empezó a ordenarse con lógica propia. Las lealtades se premiaron y los casilleros se fueron llenando con dirigentes del Ascenso que, además de manejar clubes, encontraron un lugar estratégico en la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse), el organismo que gestiona los residuos del conurbano y la Ciudad.
Tapia no es un actor menor en ese esquema: es el presidente de la Ceamse y percibe un salario cercano a los 8 millones de pesos mensuales. Pero el foco no está solo en él, sino en la nómina de dirigentes que orbitan a su alrededor y que también figuran en el ente ambiental.
Entre los nombres que aparecen con mayor claridad están Fabián Lovato, de San Telmo; Martín Camarero, de Brown de Adrogué; Jorge Milano, de Villa Dálmine; y Javier “Pipo” Marín, de Acassuso. Todos ellos fueron denunciados por la ex diputada Graciela Ocaña, un dato que sobrevuela cada designación y alimenta las sospechas sobre el uso político de esos cargos.
Lovato es un viejo conocido del Ascenso. En 2017 irrumpió con una patota en una asamblea que buscaba removerlo como vicepresidente de San Telmo y nunca ocultó su afinidad con el peronismo y con la conducción de Julio Grondona de la AFA. En la AFA ocupa un lugar sensible, ya que es secretario de las Selecciones Juveniles, un sillón que habla de confianza plena dentro del esquema tapista.
En ese mismo departamento aparece Camarero, vicepresidente de Brown de Adrogué, club que acaba de reelegir autoridades con Agustín Galeota como presidente. La cercanía con Tapia no es simbólica: los cargos en AFA y Ceamse vienen acompañados de viáticos jugosos cada vez que hay viajes al exterior.
El caso de Milano también suma peso específico. Vicepresidente de Villa Dálmine, fue designado en la Unidad de Inspección de la Ceamse, un rol nada decorativo. Desde allí tiene entre sus funciones la realización de auditorías en municipios, una tarea con impacto político directo en el territorio bonaerense.
Marín se recicló como uno de los hombres de mayor confianza de Tapia. Vicepresidente de Acassuso, club que transita un presente deportivo prometedor, tuvo a su cargo la Comisión de Arbitrajes cuando se implementó el VAR en la Argentina. Su nombre también quedó salpicado en 2018 por una investigación judicial vinculada a abusos en pensiones juveniles de Independiente.
Entre cargos en el fútbol, sillones en la Ceamse y lealtades políticas bien aceitadísimas, se consolida una red de dirigentes alineados con Tapia que muestra cómo el poder en la AFA desborda las canchas y se mete de lleno en la estructura del Estado. En el Ascenso, la pelota rueda, pero la verdadera disputa se juega bastante más arriba.
Otro de los escándalos en los que está involucrado el presidente de la AFA gira en torno a Sur Finanzas, financista que otorgaba dinero a los clubes. La empresa en cuestión, manejada por Ariel Vallejo, también aparece involucrado en una causa donde se investiga una posible compra de dólares por parte de bancos y casas de cambio en el medio del cepo cambiario durante el gobierno de Alberto Fernández. En dicha causa también aparece involucrado el dirigente platense Juan Bautista Melzi, cercano al Frente Renovador.