9 de septiembre de 2010
DEPRIMIDO Y SIN CANDIDATO
De Narváez y una definición empantanada
De Narváez no pasa por un buen momento. Su imposibilidad de ser candidato a Presidente lo hizo, a la fuerza, tener que apostar a la Provincia, pero no encuentra un presidenciable que lo acompañe
A poco más de un año de las elecciones el panorama es incierto para Francisco de Narváez. No le queda otra que lanzarse como candidato a Gobernador, aunque no quiere manifestarlo públicamente. El por qué es muy sencillo: no tiene un postulante para la Presidencia. “Ustedes tienen que decir que voy por la Provincia, yo no puedo”, suele decirles el Colorado a los referentes que acompañan su proyecto. A lo que agrega: “Si la gente o los medios me preguntan quién va arriba, no tengo respuesta”.
Sin embargo, no es la mayor preocupación por estos días. El diputado nacional se muestra deprimido y disconforme. “No quiere saber nada con la Provincia, él quería ser candidato a Presidente”, cuenta a La Tecla un dirigente de Unión-PRO, y agrega que en alguna oportunidad le escuchó decir que “la Provincia es una porquería, lamentablemente es un monstruo indominable”.
Pese al malestar, algunos dan por seguro que va a ir por adentro. Otros, los menos, dan entender que todavía hay chances de acordar con Cobos. Sin embargo, el propio Colorado siente que esa posibilidad, surgida en el ya lejano encuentro en Tres Arroyos, no es conveniente para él ni para el vicepresidente. También hay cobistas que insisten. Tal es el caso del intendente Gustavo Posse. “En política nunca se sabe”, lanza un denarvaísta un tanto alejado de la mesa chica por estas horas.
Volviendo a los primeros, aquellos que quieren matar o morir dentro del Partido Justicialista, dicen que ir a la interna es lo mejor. Sin embargo, prefieren que no sea solo, sino con alguien del Peronismo Federal por encima. “Ir a la interna solo, prácticamente nos garantizaría la victoria; se sacarían los ojos Massa, Boudou, Scioli y, si se quiere Alicia, y la mayoría, indefectiblemente, quedaría para Francisco”, expresan.
Pero existe un gran inconveniente. Y es lo que marcan los detractores de esta propuesta. Después de la interna, el que va a estar encabezando la boleta no será otro que Néstor Kirchmer. “No es sólo eso -añaden-: por el sistema D’Hont vamos a tener que compartir la lista de legisladores con las minorías de Scioli y Massa, situación que no convence demasiado, aunque sabemos que a Francisco no le importaría, su cometido ya estaría cumplido, ya se habría convertido en Gobernador”.
Por este tema, justamente, es que se siente en el aire la palabra “traición”. Varios de los futuros candidatos a intendente por Unión-PRO se sienten atemorizados y aseguran que ir a la interna en el pago chico es prácticamente lo mismo que firmar la derrota por adelantado. “Hasta ahora estamos patinando en el barro, no contamos con directivas claras”, comenta un futuro candidato del Conurbano profundo, que nada quiere saber con ir mano a mano en las primarias contra el oficialismo gobernante. “Me rompe el c…, me tira el aparato por la cabeza y no aparece ni mi voto”, dice, en estricto off, y remata: “Si voy a la interna y pierdo, se acabó, se me cortó la carrera”.
Pero si no va solo, ¿con quién va? Los postulantes a la presidencia del Peronismo Federal no miden lo que pretende De Narváez que midan. Es más, él mismo mide bastante más que ellos. Ni Mario Das Neves, ni Felipe Solá, ni Alberto Rodríguez Saa, ni Eduardo Duhalde. Ninguno convence al diputado nacional, que igualmente se muestra con la mayoría de los citados. Sobre todo, precisamente, para hacerlos subir en las encuestas. “Después, sobre la hora, habrá que optar por el mejor”, dicen por lo bajo.
Sin ir más lejos, la semana pasada anduvo, junto al chubutense, de recorrida por La Matanza, Lomas de Zamora y Florencio Varela; además de compartir una cena con Solá, el propio Das Neves y Rodríguez Sáa, en la que acordaron unificar posiciones, intentar mostrar un similar discurso para con el oficialismo y dejar de lado “las discusiones superficiales e inútiles que solo colaborar al incremento de la imagen positiva del matrimonio gobernante”.
En lo concerniente a su ex aliado, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, las cosas no están del todo bien, aunque, por lo menos, retomaron el diálogo. La situación es la misma que desde cuando surgieron las conocidas diferencias luego del escándalo de las escuchas, provocado principalmente por la negativa de los denarvaístas de la Legislatura de acompañar a Macri hasta las últimas consecuencias y evitar de esa manera la conformación de la comisión investigadora.
“Que hayan vuelto a hablar no significa que vayan a compartir la boleta en las próximas elecciones”, dice una fuente allegada al macrismo. Tal es así, que en un plenario llevado a cabo hace dos viernes en la Tercera sección, un dirigente del PRO levantó la mano y manifestó que veía con buenos ojos que Maurcio Macri fuera candidato a Presidente. A lo que De Narváez respondió: “Felicito al amigo del PRO que tiene candidato, yo no lo tengo; el día que lo decida lo debatiremos en este plenario”.
La salida que más consenso tiene entre los seguidores de De Narváez, y que él mismo persigue desde hace un tiempo, depende de la decisión de presentarse o no de Carlos Reutemann. “Sería la solución al problema, es el candidato que le gusta a Francisco, pero por ahora no hay definiciones; estamos a la espera, ojalá se defina pronto y podamos anunciar que Reutemann será el candidato a Presidente y De Narváez el candidato a Gobernador”.
Sin embargo, las cosas no parecen ser tan fáciles. El propio senador santafesino afirmó en más de una oportunidad que hasta el año que viene no va a haber definiciones al respecto. “Hoy por hoy, que se lance el esposo nomás”, declaraba hace algún tiempo, después de que Chiche Duhalde manifestó que si el Lole iba como candidato, el ex presidente Duhalde no lo haría.
El ex piloto de Fórmula 1 agregaba: “Hablamos de candidaturas y tendríamos que hablar de lineamientos del país; estamos errando otra vez”. Mientras tanto, De Narváez camina el Conurbano y planea salidas más seguidas al interior, aunque, de forma simultánea, manda a medir a Reutemann, situación que lo desespera aún más, ya que los números del santafesino lo hacen pensar en un posible claro triunfo sobre el kirchnerismo. Según manifiesta un legislador nacional a La Tecla, el Colorado sería capaz de “bancarle toda la campaña, siempre y cuando se decida antes de marzo”.
Falta poco y falta mucho. Lo cierto es que el diputado nacional todavía no logra hacer pie. A la misma instancia, en la campaña de 2009 estaba instalado hacía rato, recorriendo la Provincia a lo largo y a lo ancho y decidido a ser el número uno de la lista de candidatos a diputados por Unión-PRO. Actualmente las cosas están bastante más complicadas. De Narváez no tiene candidato a Presidente, se postula a la fuerza porque no le queda otra, Reutemann no se define y los demás integrantes del Peronismo Federal no lo convencen. Existe una gran preocupación. Sobran hipótesis, faltan concreciones.
Lea la nota completa en la edición de esta semana de La Tecla.