26 de noviembre de 2010
RESIDUOS TRATADOS
Cambalache, Bruera y la planta de residuos
El intendente de La Plata ya tiene la empresa encargada de la construcción. No hay todavía certezas sobre la ubicación del polémico proyecto. Por su parte, Sergio Federovisky, presidente de la Agencia Ambiental, aclaró sobre las críticas en diálogo con La Tecla en vivo (Cadena Río FM 88.7), “acá cada uno dice lo que se le canta y descalifica, estamos en un festival de chantadas”. Abundan las imputaciones que tildan de “marketinera” a la iniciativa
El intendente de La Plata, Pablo Bruera, presentó el proyecto ganador para la instalación de una polémica planta de tratamiento de residuos urbanos. La iniciativa cosecha gruesas críticas políticas y vecinales en varios puntos del distrito ante la negativa del gobierno municipal de anunciar la localización de la planta.
La obra seleccionada para terminar con el sistema de relleno sanitario de la Ceamse, en Ensenada, pretende reciclar la mayor parte de los residuos sólidos urbanos y producir combustible recuperado y compost.
El jefe comunal presentó a la UTE integrada por las empresas SANEA, de España; y ESUR y MGM, ambas de La Plata, que resultó ganadora en un proceso de licitación que también cosechó importantes cuestionamientos desde la oposición.
Por su parte, el propio titular de la Agencia Ambiental de La Plata, Sergio Federovisky, volvió a asegurar que todavía no hay un lugar destinado a la construcción de la planta de tratamiento. “El lugar no está decidido, pero entiendo que después seguramente no va a ser Abasto el sitio. Buscaremos otro”, advirtió conversando con La Tecla en vivo.
Asimismo, salió a defender el proyecto y a desestimar las denuncias colectivas de sectores políticos, sociales y ambientales. “Hemos un hecho trabajo sumamente riguroso, hemos seleccionado una empresa con antecedentes intachables, una empresa que integra trabajos platenses, que puede mostrar niveles de tecnología inéditos en la argentina para el tratamiento de residuos”.
“Acá cada uno dice lo que se le canta y descalifica, estamos en un festival de chantadas, de gritos histéricos, sin respeto por las trayectorias, por los trabajos académicos”, afirmó.
El emprendimiento, que tendrá un costo de 41.5 millones de dólares, empleará a 70 personas y estará destinado a reemplazar el relleno sanitario de Ensenada.
Allí, se tratarán unas 700 toneladas de basura que, por día, genera la ciudad de La Plata, a las que se sumarán otras 300 que llegarán de Ensenada, Berisso, Brandsen y Punta Indio.
Según la Agencia Ambiental, el 80% de la basura que ingresará se reciclará en materias primas para la fabricación de distintos elementos, combustibles para industrias como la del cemento y abono para la actividad agrícola. El 20% restante se compactará y servirá como relleno para las distintas canteras que hoy constituyen un peligro, ya que o están llenas de agua y se convierten en basurales.
Sin embargo, el camino de la iniciativa atraviesa una nube denuncias que cada vez se extiende más y gana otros espacios además del político. Según Homero Bibiloni, secretario de Ambiente de la Nación, “el programa Basura Cero es solo un proyecto marketinero, sólo un 30% del total de los residuos es recuperable”,
"Para mi esto tiene un signo de interrogación muy grande y yo lo lamento mucho por los platenses", apuntó.
“Si uno lee el pliego, está más pensado desde un sistema de recolección tradicional, que desde un sistema verdaderamente innovador”, disparó Bibiloni.
También se escucharon las críticas de Greenpeace fueron contundentes. La ONG expresó a través de un texto su "preocupación por las consecuencias ambientales y sanitarias del proyecto”.
“Ninguna planta de estas características puede reemplazar a la separación en origen que contempla una verdadera política de Basura Cero. Una vez mezclados, los residuos quedan inutilizados, siendo la única opción el enterramiento o la incineración, con los conocidos impactos ambientales y sanitarios”, imputó el documento.
Además agrega que la planta de tratamiento de basura no hará “desaparecer los residuos domiciliarios y los transformará mágicamente en energía sin impactos ambientales que afecten la salud de las comunidades.