25 de octubre de 2012
PICANTE
Veramendi: "Creo que Scioli no debe romper"
El intendente de General Paz, Juan Carlos Veramendi, recibió a La Tecla en su despacho y contestó todo lo que se le preguntó. Aprovechó la ausencia de una cámara de televisión para decir muchas veces con sus ojos, lo que no dijo con la boca
Lunes por la mañana. El agua cae con fuerza a lo largo de la ruta 29, por ende, también en Ranchos, partido de General Paz. Antes de partir desde La Plata, el equipo de La Tecla se comunicó con el intendente Juan Carlos Veramendi, quien desde las ocho y pico se encontraba encabezando una serie de audiencias en su despacho. La idea era confirmar la entrevista pautada de palabra el viernes. “Vengan tranquilos; lo único que llueve como loco, así que no vamos a poder ir a hacer las fotos a la laguna”, dijo el alcalde que, evidentemente, recordaba la propuesta hecha tres días antes. Como siempre, el ex diputado nacional contestó todo lo que se le preguntó, y aprovechó la ausencia de una cámara de televisión para decir muchas veces con sus ojos lo que no dijo con la boca.
-¿Qué análisis hace del presente del justicialismo?
-El justicialismo está viviendo un momento muy importante, y creo que todos los actores reales que estamos en el peronismo también estamos detrás del proyecto. Pero la interpretación del peronismo me parece que no nos alcanza a todos. Por eso es que el partido se merece un gran debate, en el que se defina cuál es el proyecto y hacia dónde vamos. Para mí, todo eso está claro, pero no todos lo vemos igual. Hoy las dudas pasan por si la Presidenta quiere volver a ser reelecta, por si, en caso de que quiera, eso se puede lograr. Y si no es la Presidenta, quién va a llevar las riendas de este proyecto. Esto es lo que los peronistas tenemos que decidir. Más allá de los nombres, hay que tener una definición muy clara de quiénes son los que interpretan el proyecto.
-¿Usted quiere decir que hay que definir quiénes están adentro y quiénes no?
-Exactamente.
-En una entrevista con La Tecla, Luis D’Elía dijo que el PJ era de derecha y ya no tenía poder.
-D’Elía es un integrante más del movimiento, pero no significa que tenga toda la verdad. D’Elía puede interpretar una parte. Yo me siento del PJ y, a la vez, me siento absolutamente parte del proyecto, al igual que una gran cantidad de compañeros que tenemos algún grado de representación ante la gente.
-¿No se define como kirchnerista?
-Me defino como se definió la Presidenta: peronista. Y dentro del peronismo, estoy con el proyecto. Creo que Néstor y Cristina han sido importantísimos en lo que tiene que ver con el futuro del país.
-¿Cómo se ve usted como intendente? ¿Desgasta mucho más esto de estar siempre llegando con lo justo, e incluso a veces no llegar con el dinero?
-No, no desgasta. Hemos vivido épocas mucho peores. A pesar de que la situación económica es ajustada, seguimos haciendo obras con Provincia y con Nación. Tenemos tres obras provinciales que próximamente van a salir a la luz y que para Ranchos son de vital importancia. Estamos hablando de una Provincia y un mundo en crisis y, sin embargo, nos encontramos a la espera de grandes obras. Esto sin contar lo que se está haciendo en el hospital, para el que días atrás nos destinaron 500 mil pesos. Y ni hablar de los proyectos de Nación.
-¿Les resulta más fácil llegar a Provincia que a Nación?
-En Provincia somos bien atendidos. A comparación de otras épocas, lo inusual
es la llegada que los intendentes tenemos a Nación. En ese sentido, estamos con un importante plan de obras, algunas en desarrollo y otras prontas a iniciar. En síntesis, nunca fue más fácil ser intendente.
-¿A nivel municipio se sienten las pujas entre Nación y Provincia? ¿Se sintió en algún momento entre la espada y la pared?
-Allá por marzo o abril de este año pareció como que podría haber algún tironeo, pero fue superado. Los que tenemos algunos años de experiencia en esto nunca nos hacemos demasiado problema por ese tipo de cosas. Para los que son nuevos, seguramente habrá sido motivo de preocupación, como lo fue para mí hace tres décadas, cuando tenía que decidir si me ponía del lado de Herminio Iglesias o de Antonio Cafiero, o de Antonio Cafiero o Carlos Menem después (risas). En aquel momento siempre fuimos con Cafiero.
-¿Cómo es su relación con la gente de La Cámpora ranchera?
-Aquí, en Ranchos, hay un grupo de gente muy joven trabajando en el Municipio. Algunos ya tienen más de 30, pero en 2007, cuando asumimos, tenían 26 o 27 años. Ellos tienen una afinidad ideológica con todo lo que significan los movimientos juveniles, pero acá no está formada La Cámpora.
-¿Y qué concepto tiene de La Cámpora?
-El mejor. Primero porque son jóvenes, y los que vivimos la década del 70 no tenemos forma de no entender a los movimientos juveniles. Por otro lado, si hay algo que me gusta, es la renovación política. A estos pibes se los ataca por muchas cosas, es terrible.
-Muchos de los molestos son los peronistas históricos, que los acusan de quedarse con lugares que antes les pertenecían…
-A mí no me molesta, al contrario. Me nutro permanentemente de gente joven
en el gobierno. Y me gustan los que están en el Gobierno nacional, sean de La Cámpora o no. Primero porque en muchos veo una gran capacidad, y segundo porque en este momento, en que el mundo sufre tanto la corrupción y los gobiernos no son ajenos a eso, no recuerdo que haya casos de corrupción vinculados a La Cámpora. Esas son las cosas que me alientan y me hacen esperanzar. Y en cuanto a la corrupción, tampoco hay vinculaciones con Moreno.
-Con esto que me dice deduzco que no es de los que lo critican, que es de los que lo defienden.
-Sí. A Moreno lo conozco hace muchos años. Por supuesto que sus modales no son los mejores, pero en su función es un hombre que defiende al país y a la producción nacional.
-Hace algún tiempo se enojó cuando se hablaba de la posibilidad de que Solá volviera al gobierno.
-Hasta que Solá no me demuestre lo contrario, sí.
-¿Esta tirantez viene desde cuando Solá era Gobernador?
-Sí. Fui amigo de Solá, y hoy, claramente, no lo soy. Cuando parecía que él iba a regresar, porque los gobiernos nacional o provincial estimaban que podía ser importante en alguna función, por supuesto que yo iba a aceptarlo. No soy quién para decir que no tiene que estar, simplemente estaba dando mi punto de vista; pero todo quedó en alguna que otra votación de Solá a favor de ciertos proyectos.
-Si Scioli rompe con el Gobierno, como especulan algunos, ¿también va a ser merecedor de sus críticas?
-Todos tenemos que saber interpretar el proyecto, por eso creo que Scioli no debe romper. Como hombre importante del proyecto, si tiene que hacer alguna crítica, la debe hacer en el marco de este debate que estoy proponiendo, y si tenemos que hacerle alguna crítica a Scioli, también tiene que ser dentro de ese debate.
-Más allá de que usted dice que no debe romper, ¿cree posible que rompa?
-No. Me parece que Scioli, como él dice permanentemente, es parte del proyecto, del modelo. Siempre habla de su lealtad, no veo por qué debiera romper.
-¿El gran error de Scioli fue hablar de sus aspiraciones presidenciales y sacarse fotos con Macri y Moyano? ¿Por eso es que se lo ataca tanto, o hay algo más?
-Todos cometemos errores en nuestras vidas, y me parece que las fotos no fueron una buena actitud. Moyano se ha convertido últimamente en el más pertinaz de los opositores.
-Si en 2013 lo convocaran para encabezar una lista, ¿dejaría la intendencia para ser candidato?
-Tengo un grupo de gente muy joven a la que me gustaría dejarle paso. No me disgustaría volver a ser legislador, pero tampoco tengo la vanidad de decir que quiero ser cabeza de lista.
-Si desde Nación le pidieran que firmara un documento por el sí a la reforma de la Constitución, ¿firmaría?
-Sí. Estuve muy en contra de la re-re de Carlos Menem porque en aquel entonces
no me sentía parte del proyecto, pensaba en la utopía del proyecto actual. Los mismos motivos que me llevaron a decir que no en ese momento me llevan hoy a decir que sí.