19 de abril de 2013
FUTSAL
Scioli y su debut triunfal en el futsal
El gobernador bonaerense jugó su primer partido en el futsal organizado por AFA. Villa La Ñata goleó 6 a 1 a Deportivo Riestra y el Gobernador infló la red. Presencia de famosos, funcionarios y familiares
Noche del sábado 13 de abril en la localidad de Benavídez, partido de Tigre. Villa La Ñata Sporting Club debuta en la segunda división del futsal, en el torneo organizado por la Asociación del Fútbol Argentino. Si bien juega en su estadio contra Deportivo Riestra, el equipo de Scioli hace las veces de visitante.
Son las 20.30 y la cantidad de público es cada vez mayor. El color naranja del estadio resalta también entre los simpatizantes. Una persona allegada al club saca de una bolsa gorros y manitos de goma eva, que forman parte del merchandising. La esposa del Gobernador, Karina Rabolini, ya está en el palco, y vestida para la ocasión: luce un sweater anaranjado y zapatos al tono.
En la tribuna opuesta a la entrada principal del gimnasio suenan las trompetas, los bombos y los redoblantes. Las banderas también forman parte del colorido de la hinchada. “Si jugarías en el cielo moriría por ir a verte”, reza uno de los trapos de Villa La Ñata. Si bien todavía falta para el pitazo inicial, minuto a minuto, el calor empieza a sentirse con más intensidad.
Mientras se disputa el encuentro de Tercera, se abre una de las puertas que da al pasillo del vestuario. Aparece Daniel Scioli. Lleva puestas dos camperas, una encima de la otra. En la de abajo se alcanza a leer el nombre del club. La vestimenta se completa con un jogging negro con rayas naranjas y unos envidiables botines, del mismo color (con vivos verde flúo), marca Adidas.
Al mandatario provincial se lo nota ansioso. Mira para todos lados. Tras permanecer parado durante unos minutos se encamina hacia la tribuna en la que están los muchachos que le ponen fiesta a la noche del debut. Rápidamente regresa, saluda a La Tecla y vuelve al vestuario. Es la estrella, y lo sabe. Todas las miradas apuntan a él.
A los pocos minutos sale nuevamente por la misma puerta, ahora con todos sus compañeros, y se dirige a realizar la entrada en calor en el sector donde se enseña boxeo. Comienza el calentamiento. Scioli ya está cambiado, listo para salir a la cancha. Pero no. Falta un detalle. Le pide a un colaborador que le alcance otro par de botines. Son de la misma marca que los anteriores. Estos son nuevos, llamativos como los otros pero blancos y rojos.
Despojado de las camperas que lo abrigaban, luce la camiseta número 9, que, a diferencia de las del resto del plantel, lleva impreso su nombre. La casaca del Gobernador es Nike, las otras no. La del Gobernador tiene detalles en negro, las otras no.
Mientras el delantero trota, el flamante técnico del equipo, Guillermo “Bicho” Freire, le mete presión y le pide “dos goles”. La entrada en calor se hace larga, y Scioli aprovecha para acercarse nuevamente a La Tecla. Asegura que “es un día especial”, y cuenta que, además de debutar en el futsal, “inauguramos el estadio”. Consultado por cuánto va a “mojar”, como siempre, prefiere la cautela. “Veremos”, responde.
Son más de las 21 y por los altoparlantes se anuncia que en breve dará comienzo el partido. Los locutores del evento también hacen mención a los inundados y a la tragedia que ocurrió en La Plata el martes 2 de abril.
En la continuidad de la entrada en calor, Scioli se cruza con su hija, Lorena, con quien se saluda con un beso y, aprovechando las cámaras, posa para la foto. Ella está vestida de negro, y su panza delata que está a punto de convertir en abuelo al Gobernador.
Al mismo tiempo, las porristas del programa Pasión de sábado bailan al ritmo de la música. Segundos más tarde, el dueño de casa encabeza un miniacto en el que reconoce a los que colaboran con el club. Ahí aparecen en escena Hernán Caire; Alberto Samid; Carlos “Chino” Tapia, subsecretario de Deportes; Alfredo Cahe, su médico; y la propia Karina Rabolini.
También les entregan estatuillas a los vecinos de Villa La Ñata, al ex árbitro Gabriel Brazenas y a Sergio Tacaín (primer presidente del club), entre otros. Además son nombrados Sergio “Kun” Agüero (su hermano recibe el reconocimiento), Diego Maradona y Carlos Tévez (Eduardo Aparicio es quien sube al escenario a buscar el presente).
Como ve que esta parte se extiende demasiado, Daniel Scioli hace un gesto a los conductores para que aceleren el ritmo. Sin embargo, faltan dos detalles. Primero se acerca Cacho Castaña. El cantante le regala un cuadro que adentro tiene una chalina blanca, que además está autografiada; los locutores logran leer la dedicatoria: “El pueblo te está esperando”. Y minutos más tarde el Gobernador descubre la placa inaugural del club.
Al fin llegó el momento. Está todo listo. Villa La Ñata Sporting Club y Deportivo Riestra se ubican en una de las esquinas de la cancha para ingresar juntos en el campo de juego, acompañados por los árbitros. Scioli, agarra de la mano a Tiziano, un niño que es la mascota del plantel, y se ubica detrás del capitán, el número 10. Así, los equipos caminan hasta el mediocampo. Los jugadores se ubican frente al palco y entonan las estrofas del Himno Nacional Argentino.
El reloj marca las 21.50. Arranca el partido, Daniel Scioli debuta en el futsal. Es el jugador más adelantado del equipo. Se para en la punta derecha, a escasos metros del arco rival. La imagen se repetirá durante todo el encuentro. Pero también es el primero en marcar cuando ataca el rival.
El tablero anuncia que faltan 16 minutos para que culmine el primer tiempo, y es ahí cuando aparece la primera acción peligrosa del 9. En la puerta del área, sobre la derecha, remata de zurda; sin embargo, el disparo no llega a destino.
Con el partido ya 1 a 0, el 10 entra en acción: arma una brillante jugada por izquierda y cruza la pelota para que el Gobernador defina en la puerta del arco, ya con el uno vencido. El centro sale demasiado fuerte y el 9 no llega a tocarla.
Luego, un nuevo gol de La Ñata. Minutos más tarde Scioli es protagonista otra vez, cuando asiste al 15 para un nuevo gol.
En el entretiempo, la fiesta no se detiene. El grupo de cumbia El Guachón se adueña del campo de juego y ofrece un breve recital.
En el segundo tiempo, con el partido 4 a 1, ya fueron, al menos una vez, reemplazados todos los jugadores, menos Scioli y el arquero de la visita. Restan siete minutos y allá va La Ñata por izquierda. La pelota anaranjada cruza el área y llega al pie derecho del Gobernador. La para, se toma un segundo, piensa. El arquero está lejos y desguarnecido, por lo que el 9 tiene tiempo para perfilarse y pegarle con la zurda. El cronómetro marca 7.09. El balón se encuentra con la red.
El autor lo grita mostrando desahogo, y el estadio, también, por supuesto. El árbitro anota, y se sabe cómplice de un hecho histórico: el Gobernador marca su primer gol en la segunda división del futsal. Ahora el encuentro está 5 a 1. Luego, un tanto en contra pone el 6 a 1 definitivo para La Ñata.
Suena la chicharra. Al mandatario se lo ve contento. Se cuelga una toalla blanca en el cuello y comienza a saludar a sus compañeros. Karina ya bajó del palco y lo felicita. Antes de ir para el vestuario, Scioli vuelve a hablar con La Tecla: “Es una misión cumplida. Es una realidad juntar voluntades para darle forma a este club, que hoy comienza esta nueva etapa. Ver a tantos chicos jugar futsal es salud y educación”, indica, y añade: “Me sentí bárbaro. Es muy difícil aguantar todo el partido”. Feliz por el gol pero autocrítico, dice: “Estaba nervioso”.
El triunfo ante Riestra es historia y Scioli ya tiene la mente puesta en el próximo rival. “Ya pensamos en la fecha que viene, que es contra Atlanta, el club de mi barrio, donde yo nací”, expresa extenuado el 9, y se despide con la frase “es un partido importante para mí”.
