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Miércoles, 25 diciembre 2024
Argentina
21 de septiembre de 2014
POR HERNáN SáNCHEZ

2015: la Provincia, el dilema de todos

Cada frente electoral tiene serios aspirantes a la presidencia, pero carecen de indiscutidos postulantes para la gobernación bonaerense. Y quienes aparecen arriba en las encuestas adolecen, por ahora, de partidos nacionales que los contengan

2015: la Provincia, el dilema de todos
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Por Hernán Sánchez

Paradojal, la política bonaerense ofrece un interesante terreno de análisis respecto a quienes pretenden gobernarla a partir del 10 de diciembre de 2015. Por un lado, a los frentes estructurados les faltan figuras que se impongan por sí solas, y algunos que podrían ocupar ese lugar se han autopostulado para la presidencial. Por otro lado, las figuras mejor posicionadas en las encuestas carecen de frentes estructurados, y necesitan de un nido con candidato nacional para empollar su postulación provincial.

Empecemos por los segundos. En todos los sondeos de opinión Martín Insaurralde se ubica al tope de las preferencias del electorado para la gobernación bonaerense. Pero el hombre de Lomas sigue sin definir si se queda en el Frente para la Victoria, del cual se muestra cada vez más alejado; o si finalmente engrosa las filas del Frente Renovador, donde se acaba la paciencia ante tanto flirteo sin concreción de matrimonio.

Sergio Massa lo cuestionó por su voto positivo a la Ley de Abastecimiento, y dijo “él pertenece al Frente para la Victoria”. En el sciolismo lo consideran ido, y aseguran que Daniel Scioli tendrá un candidato a gobernador capaz de pelearle palmo a palmo a Insaurralde o al massista que raye. En rigor, los dos querrían tenerlo de su lado, pero sin tanto histeriqueo.

Insaurralde les pidió, a Scioli primero y a Massa después, algunas precisiones y compromisos que ninguno podía dar o garantizar. Por eso se mantiene en una peligrosa medianía que podría dejarlo afuera de las dos estructuras electorales con base peronista. Como para amedrentar un poco, esta semana sus operadores salieron a instalar la idea de la creación de un nuevo partido que tedría al lomense como líder. Y no faltaron quienes insinuaron un posible cambio de horizonte. Parece que el hombre está tan envalentonado que hasta se ilusiona con la posibilidad de ser competidor de Scioli, de Massa, y de todos los aspirantes a la Rosada.

Lo cierto es que Insaurralde tiene apoyo de la opinión pública pero carece de frente electoral. Por la misma situación atraviesa Francisco De Narváez. El empresario nunca se da por vencido en su ambición de conducir los destinos de la Provincia. Y aunque su partido, Unión Celeste y Blanco, pierde estructura legislativa, el Colorado mantiene una buena base de electores fieles. El problema es la falta de candidato presidencial, cargo vedado para él por haber nacido en Colombia.

Con los números de los consultores en mano, De Narváez podrá negociar con algún presidenciable carente de figura de peso para la pelea por la primera magistratura provincial. Con quien se sentiría más cómodo es con Daniel Scioli, pero el Gobernador no se va del FpV y esa es una barrera infranqueable, incluso para la amistad que los une. Entonces queda Mauricio Macri y la reedición de una alianza con un antecedente complejo, porque ni el triunfo en las legislativas 2009 logró consolidar esa sociedad tripartita que completaba Felipe Solá.

Macri, en tanto, es el primer ejemplo de quien tiene partido con alcance nacional y adolece de figura indiscutida para disputar el match bonaerense. Se esfuerza en sus recorridas la vicejefa porteña María Eugenia Vidal, quien hasta llegó a andar en bote por contaminados arroyos de La Plata en busca de la simpatía del electorado. Las encuestas todavía no premian ese esfuerzo. Tampoco Jorge Macri, primo de Mauricio y alcalde de Vicente López, alcanza los guarismos suficientes como para entrar en la recta final con posibilidades de llevarse la corona.

Sergio Massa se entusiasmó en su momento con el arribo de Insaurralde, fundamentalmente por el efecto político que traería la esperada, y ya demasiado demorada, foto. ¿Pero el promocionado pase le asegura subir en las preferencias de la gente? En este punto es preciso recordar una consideración aparecida en esta misma columna la semana pasada. La encuesta de Julio Aurelio en la cual Darío Giustozzi aparecía casi con la misma intención de voto que Insaurralde confirmó hacia el interior del massismo que el gran elector del espacio es uno solo.

El Frente Renovador dispone de al menos cuatro aspirantes a la Gobernación. Además de Giustozzi se anotaron Felipe Solá, Gustavo Posse y Jesús Cariglino. En ese orden aparecen en las encuestas pero sin perforar (ni siquiera con el alto nivel de conocimiento del ex gobernador) el efecto Tinelli aprovechado por Insaurralde.

Sin el ex intendente de Lomas de Zamora, otrora el preferido de Daniel Scioli para sucederlo, el Frente para la Victoria ofrece un racimo de opciones, aunque ninguna lo suficientemente madura en cuanto a su consolidación como candidato. Tres de ellos acaban de recibir un mimo trascendente por parte de la presidenta Cristina Fernández. Gabriel Mariotto, Fernando Espinoza y Patricio Mussi fueron convidados a acompañarla a la reunión con el Papa y a la conferencia de la ONU.

El vicegobernador y conductor del espacio Proyecto Nacional, Gabriel Mariotto, espera la bendición para competir por el escalón superior al que ocupa ahora. Y la última semana estuvo cargada de sucesos reveladores sobre su buen momento con la Casa Rosada.

Después del acto de La Cámpora del sábado 13, Mariotto volvió a encontrarse con Máximo Kirchner unas horas más tarde, y quedó designado para ir a defender el acto al programa “6,7,8” del domingo. Fue al ciclo de la TV Pública tras sufrir la derrota de Banfield en el clásico con Lanús, y cuando dejó el programa volvió a ir a Olivos. El martes era confirmado como uno de los 33 pasajeros del Tango 01 que partiría el viernes hacia Roma.

También se había reservado un asiento para el presidente del PJ bonaerense Fernando Espinoza. El intendente de La Matanza es la punta de lanza de los jefes comunales peronistas para otorgarle un renovado protagonismo al partido, y lograr con su fortalecimiento una mejor posición para las negociaciones políticas venideras; principalmente en la búsqueda de coartar la posibilidad de colectoras, evitar internas distritales, y lograr casilleros en las listas legislativas.

Espinoza tiene, además, la aspiración personal de ser gobernador. En buena sintonía con Scioli, con la invitación al Vaticano el matancero logró un gesto quizá inesperado por parte de Cristina Fernández. ¿Después del viaje volverá con la misma idea de convocar a los presidenciables del FpV para que digan sus propuestas en el próximo encuentro del PJ a desarrollarse en Tandil? Está por verse. El convite es arriesgado, pero si sale bien habrá sumado otro poroto. De todos modos, Espinoza necesita repuntar en los sondeos, sobre todo en los de niveles de conocimiento.

Y una butaca en el Tango 01 tuvo Patricio Mussi. Apoyado por los Oktubre, mezcla de peronismo ortodoxo con renovación generacional, el joven intendente de Berazategui se muestra interesado en quedarse con el número uno de la boleta provincial del oficialismo. Otro que deberá repuntar en el nivel de conocimiento de la sociedad como para ponerse a la altura de los candidatos con serias pretensiones.

Sin tener que sortear ningún umbral de desconocimiento como en el caso anterior, Santiago Montoya aparece como una de las opciones ofrecidas desde el sciolismo, que también pretende instalar el nombre de Cristina Alvarez Rodríguez. En el caso del titular del Grupo Bapro hay indicadores positivos para alguien que solamente ha expresado un deseo pero no avanzó aún con una campaña fuerte. Un tema en contra es que Scioli cedería los principales puestos bonaerenses en el marco de un acuerdo con la presidenta y la mayoría de los sectores del FpV

Diego Bossio, titular de la ANSES, es otro de los nombres aparecidos en la grilla de los probables. En buena sintonía con Florencio Randazzo, a quien podría acompañar en las PASO si sigue con la aventura presidencial, Bossio incrementa exponencialmente su exposición pública.

Randazzo es, precisamente, uno de esos candidatos que podría tener un gran desempeño en la Provincia pero insiste en su intención de pelear por el sillón de Rivadavia. De todos modos, ya le han advertido al ministro del Interior que su fortaleza electoral está en el territorio bonaerense; y es imposible descartar su bajada aunque él públicamente se muestre renuente a esa posibilidad. El mismo sayo le cabe al presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez.

Por último, la entente Unen hace todos los esfuerzos posibles para mantenerse unida y se ocupa de otros temas antes de comenzar a discutir los cargos electivos provinciales. En Buenos Aires, la ausencia de candidatos de peso no se condice con la historia de los partidos que componen la coalición, sobre todo del radicalismo.

La fracción alfonsinista del centenario partido propone a Miguel Bazze para la competencia por la Gobernación. Héctor “Cachi” Gutiérrez es otro de los aspirantes llegados del radicalismo. El médico Facundo Manes podría ser la síntesis de la UCR provincial que tendría el visto bueno del FAP y hasta de Carrió. Las mediciones no dejarían dormir tranquilo a ningún radical si las elecciones fueran el próximo domingo. Todavía hay tiempo como para enarbolar una figura. El asunto es no perderlo en pujas internas interminables.

Sergio Buil, intendente de Rivadavia y hombre del GEN, dijo que en algún momento le gustaría pelear por la gobernación. Instalarse le llevará un largo tiempo. El partido de Margarita Stolbizer también podría proponer a Gerardo Milman; pero sin dudas la figura más reconocida, instalada y con una base de votos, es precisamente Margarita. Ella no quiere exponerse de nuevo a una derrota y le esquiva a los pedidos cada vez más fuertes de Unen, que necesita sí o sí una representación importante en la provincia de Buenos Aires para competir seriamente por la Nación.

Es todo tan paradojal, que si Unen y el Pro aunaran fuerzas para los comicios de 2015, entre ambos tendrían una oferta de no menos de cinco candidatos a presidente pero ningún aspirante a la gobernación con chances demasiado concretas. Al menos hasta esta novel primavera, previa al caluroso año electoral que se acerca.

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