20 de febrero de 2015
LEONOR GRANADOS
"Sin dudas, voy a ser intendenta de Ezeiza"
La senadora massista, Leonor Granados, busca ser intendenta del poderoso distrito de la Tercera, y se tiene fe. También le tiene a fe a Massa. La hermana del ministro de Seguridad critica el flagelo de la inseguridad, y afirma que habrá más pases al FR
“Es una gran responsabilidad. Las mujeres somos ese motorcito que mueve todo. La mujer es el corazón de la casa, el corazón del barrio, de una institución, de una iglesia”, dice la senadora provincial por el Frente Renovador, Leonor Granados, desde ahora la primera candidata a intendente mujer de la historia de Ezeiza.
Sabe que no la tiene fácil pero, a la vez, se tiene toda la fe del mundo. Mano a mano con La Tecla, la legisladora massista cuenta los motivos de su postulación, habla del efecto Nisman y brinda detalles de la nula relación que mantiene con su hermano, el ministro de Seguridad de la Provincia, Alejandro Granados.
-¿Qué me puede decir del presente de Ezeiza?
-Ezeiza está con el piloto automático. Al no estar presente Alejandro Granados, el principal referente político, el hombre que la gente votó para estar al frente de la Municipalidad, los problemas de la gente quedaron en stand by, pasaron a segundo plano. El principal reclamo de los vecinos es ése: que nadie los escucha, que no tienen respuestas del Municipio. Eso trae aparejado que la gente ande dando vueltas y que, pese a golpear puertas insistentemente, nadie los atienda.
-¿Y cómo eran las cosas antes de que Granados se convirtiera en ministro de Seguridad, tanto en lo concerniente a
la seguridad, a la educación y a otros tantos temas que importan a la gente?
-Siempre estuvo más o menos manejado, porque él tenía presencia. Pero las cosas cambiaron. Después de veinte años de gestión, se nota un importante desgaste. Se in-crementaron las demandas vinculadas a la salud, la seguridad, la educación. Esta-mos atravesando problemas difíciles. Por ejemplo: por no haberse construido escuelas, los chicos no tienen vacantes. Ni siquiera se arreglan las que están en malas condiciones, ni se hacen más aulas.
-¿Por qué tiene intenciones de ser intendenta?
-Los vecinos me paran en la calle y me dicen que no anda el tomógrafo del hospital, que les dan turnos para dentro de cuatro meses y que la atención es pésima en todas las unidades sanitarias. Yo tengo una responsabilidad legislativa, y si bien puedo hacer muchas cosas, no alcanza. La gente necesita que sus funcionarios trabajen to-dos los días a full. Estoy dispuesta a poner mis veinte años de experiencia en el trabajo social al servicio de Ezeiza. La gestión se puede mejorar mucho.
-Más allá de ser la hermana de Granados, ¿es fácil ser candidato opositor en Ezeiza?
-No, para nada. Todas las puertas están cerradas. Lo primero que se te bloquea es la información. En veinte años de gestión de Alejandro, nunca un concejal pudo obtener una copia de la rendición de cuentas del Municipio, algo fundamental para saber en qué se gasta la plata del vecino. Y por otro lado, que es lo que está pasando en mi caso, tratan de ensuciarte y perseguirte, con cuestiones que van desde lo político hasta lo personal. Estas cosas son muy difíciles de sostener, pero, gracias al esfuerzo y al apoyo de mi familia, sigo adelante. No es fácil, pero estoy convencida de que es el camino que me toca transitar de acá en adelante.
-Habla del apoyo de su familia. Su hermano Alejandro Granados ¿es parte de su familia hoy?
-No. Hoy mi familia son mi marido, mi hija y el resto de mis hermanos, que me acompañan en todo. Pero no Alejandro. Desde que tomé la decisión de trabajar con Massa, cortó conmigo todo tipo de relación, tanto a nivel político como familiar y personal. Es una decisión de él. Yo tomé otro rumbo y no me arrepiento. Hice lo que tenía que hacer.
-¿La política rompió la relación familiar? Se dice que, al igual que los futbolistas que juegan en distintos equipos, la mayoría de los políticos, pese a estar en distintos espacios, son amigos…
-Sí, pero en este caso, no. Hablo con dirigentes del radicalismo y de otros partidos. Me llevo muy bien con todos. Pero el kirchnerismo, y esa forma tan particular de hacer política, hace que vean al opositor como un enemigo. Alejandro también es así. Y ni siquiera le importa que sea la hermana.
-Hace unos años Cristina dijo que en 2015 le tocaba a Dulce Visconti de Granados ser la candidata a intendenta por el FpV. ¿Enfrentarse con ella resultaría más fácil que enfrentarse con Alejandro?
-Son distintos. Más allá del desgaste, Alejandro tiene gestión y veinte años de trabajo. Igualmente creo que no se va a presentar. Así lo dijo él. En cambio, Dulce, la mujer del intendente, ocupó algunos lugares importantes y podría haber hecho mucho más. Pero no, hizo poco por Ezeiza. Sí, sería más sencillo. Es una buena posibilidad de poder plantearles a los vecinos una alternativa distinta, con gente nueva.
-¿Si se convierte en intendenta y recompone la relación con su hermano, ¿le haría un lugar en el gabinete?
-Yo no tendría problemas, pero veo difícil que él quiera. Después de haber sido durante tanto tiempo intendente y ahora ministro de Seguridad, no creo que pase a ser funcionario del Municipio.
-¿Qué opinión tiene de los principales rivales de Masa: Scioli y Macri?
-De Scioli, la peor. En Tristán Suárez, que es donde yo vivo, hay una escuela especial que hace cuatro años está por construirse. Su gestión es nula. Los problemas de la gente siguen sin resolverse. Me parece que teniendo la Provincia incendiada como la tiene, no tendría que ser candidato a Presidente. Es lamentable. Y Macri no tiene incidencia en la Provincia, y en Ezeiza, menos todavía. La población de acá nunca lo votó. Su gestión en Capital no trasciende en territorio bonaerense.
-Recién decía con toda seguridad que Massa va a ser Presidente. ¿Leonor Granados va a ser intendenta?
-Sí, sin lugar a dudas.