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Lunes, 21 octubre 2024
Argentina
31 de diciembre de 1969
Informe

Se largó el juego por el recambio

Los comicios en el justicialismo de la provincia de Buenos Aires ya muestran distintas posturas en un territorio heterogéneo. Varios candidatos y diferentes escenarios electorales. Un juego en el que Néstor Kichner terminará de definir quién es el ganador

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Es sólo una partida más de un juego que disfruta y sabe jugar. Distribuye varias fichas en un tablero que nunca deja de ser entretenido. Al principio, deja que sus piezas se muevan solas y comienza a hacer apuestas.

Observa con calma cada desplazamiento. Mientras tanto, Néstor Kirchner se encarga de lanzar distintas señales y, contemplando el tablero desde arriba, deja que el juego se desarrolle casi por sí mismo, hasta que tiene en sus manos la jugada final, que termina con la partida y el anhelo de sus participantes.

Con el partido justicialista nacional organizado, el nuevo tablero marca el juego en el territorio provincial. Los viejos popes bonaerenses ambicionan el comienzo de esta jugada, para la que desde hace tiempo se vienen entrenando. La pelea por la conducción de la fuerza en la provincia de Buenos Aires ya tiene sus fichas. Autoconvocados, otros solicitados, algunos inevitables y fichas que, encerradas por otras, finalmente pueden sorprender.

Un influyente territorio

El ex Presidente quiere un partido bonaerense fuerte, que acompañe las decisiones del matrimonio presidencial y que responda solamente a él. No será tarea difícil, si se compara con los viejos tiempos. Las intenciones de Néstor Kirchner ya chocaron con la de muchos bonaerenses que debieron cerrar filas con quienes fueron enemigos en las elecciones de 2003 y 2005, cuando quienes jugaron en un principio en el Frente para la Victoria debieron agruparse -por la orden K- con los popes de lo que otrora fue el duhaldismo.

Pero ya nadie recuerda la pelea con el duhaldismo. En los comicios de 2007 el matrimonio K ya gozó de un PJ unificado, que le aportó una conquista indiscutida.

Sin embargo, esta unificación se vuelve endeble cuando se trata de un año en que se deben reacomodar, ajustar e instalar nuevos actores. En diciembre de 2008 vencen los mandatos del PJ de la Provincia. Los movimientos ya exhiben candidatos y hasta diferentes escenarios electorales.

Patear los comicios

Desde diferentes sectores del peronismo bonaerense comenzaron a barajar la posibilidad de postergar las elecciones para el año próximo. La intención es que haya un solo debate: cargos legislativos y cargos partidarios se discutirían en una misma mesa. Esto haría más fácil de contemplar cada uno de los intereses personales, locales y seccionales. Habría más espacios a ocupar y quedarían menos heridos en una tierra difícil de dominar.

“Normalizado el PJ nacional, habría que ver si éste es un año para llevar a cabo las elecciones o dedicarse a trabajar por los problemas de la gente. Quizás debemos dedicarnos a gestionar y dejar las internas para el próximo año”, expresó el jefe comunal de Tres de febrero y vicepresidente primero del partido, Hugo Curto.

Pese a ello, desde la conducción actual del PJ aseguran que esto no sucederá. El mandato de José María Díaz Bancalari vence el 18 de diciembre, y aseguran que

el diputado quiere respetar los tiempos legales y que hará todo por convencer a Kirchner de llevar a cabo las elecciones

en tiempo y forma.

Nuevos actores en escena

Mientras algunos quieren imponer la idea de retrasar los comicios, hay otros bonaerenses apurados e impacientes. Se anotan en la lista para ocupar la titularidad del partido y hacen todo lo posible para que sus hombres estén en lugares clave.

Alberto Balestrini fue el primer nombre que asomó. Ante los micrófonos, nadie duda a la hora de postularlo como el futuro presidente del PJ bonaerense. Sin embargo, saben que con Kirchner, hasta la jugada final cualquiera puede ser la ficha ganadora. Y es por eso que en el prolongado juego, todos intentan llegar final de la partida.

Además del vicegobernador bonaerense, hay otras fichas sobre el tablero: Díaz Bancalari, Daniel Scioli, Florencio Randazzo, Aníbal Fernández y Felipe Solá aparecen en el marcador, por

ahora, con un puntaje menor al de Balestrini.

Un lugar para su equipo

Este año, no sólo está en juego la titularidad del partido. El Consejo provincial deberá renovar más de 48 cargos. Cada ficha del tabler trae un equipo detrás, al que busca posicionar. Ganen o no la partida,

a algunos candidatos les interesa alcanzar espacios para sus hombres.

Es el caso de un desconocido jugador en el terreno bonaerense, Daniel Scioli, el más novato de todos. Ya como vicepresidente del PJ nacional, asegura que el mejor candidato para la provincial es Alberto Balestrini. Renuncia a la conducción. Pero no deja de desplazarse dentro del tablero. Su meta dentro del juego es que sus hombres ganen casilleros en el armado final.

“Sus ministros y funcionarios son hombres políticos, y son bonaerenses. Es el Gobernador, y corresponde que su equipo tenga injerencia en el partido”, aseguran desde el sciolismo. Aunque agregan que Scioli ya advirtió que “no permitirá que la pelea por la cuestión partidaria aleje a los funcionarios de la gestión”.

Las fichas se deslizan. Van de un lado

al otro, alternan posiciones, avanzan y retroceden. Si están en el tablero, es porque se pueden mover, tienen vía libre para hacerlo, aunque saben que la movida final la tendrá la mano que dirigió el juego.

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