Puerto: anuncian inversión millonaria en turismo y comercios mientras continúa la desidia
Con el riesgo de que el off-shore migre a Bahía Blanca, la caída del sector de cargas y los desembarques, el Consorcio de Felizia se enfoca en el centro comercial y los eventos. Desguaces, a fuego lento.
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En las últimas horas, el Consorcio Portuario Regional anunció la licitación de la "Manzana de los Circos" que implica una inversión de 11 millones dólares y que abarca 35.000m2 dónde habría hasta 100 locales comerciales. La iniciativa del ente que conduce el ravertista Gabriel Felizia vuelve a priorizar el apartado turístico-cultural por sobre el productivo en un puerto necesitado de infraestructura y mejoras.
Como informó La Tecla, Mar del Plata tuvo inicio magro en términos de desembarques. Con caídas por encima del 30% de las principales especies -calamar illex y merluza hubbsi-, la preocupación se desató en el ámbito gremial, ya que resiente actividades como la estiba o el procesamiento en tierra. La tendencia a la baja, en parte, se explica por un crecimiento de los puertos del sur, dónde la flota, incluso la local, elige depositar el recurso.
La pérdida de la ciudad respecto a otros destinos no es novedad. El portacontenedores "London Trader" no ingresa desde el 27 de enero, algo que desde el sector aluden a la falta de gestión y priorización de la logística y el rubro de cargas. Las empresas terminan eligiendo sacar la mercadería vía camiones hacia otros puertos como el de Buenos Aires mientras que otras quedan a merced de la voluntad del navío de tocar muelle marplatense.
Otra de las industrias en riesgo es la de exploración y explotación off-shore, embuida en los vaivenes judiciales y que mira de reojo las condiciones del puerto local, especialmente la falta de logística y espacio. Este último punto es una de las principales deudas del Consorcio, con más de 40 unidades inactivas que quitan oferta de amarre y cuyos distintos planes, como los desguaces en la Base Naval, avanzan a fuego lento.
Según calculó este medio, al ritmo de desafectaciones actuales, podría tardarse hasta 20 años en liberar el espejo de agua de barcos sin funcionamiento.
Esta situación posiciona mejor a Bahía Blanca, puerto preparado en materia de infraestructura y que no cuenta con una industria pesquera que dificulte el arribo de los capitales petroleros.