8 de julio de 2010
MAR DEL PLATA
Condonación Millonaria
El Concejo Deliberante aprobó la reducción de deudas que empresas pesqueras tienen por Tasa de Inspección Veterinaria. Redujo la mora de 40 a 8 millones de pesos, que se pagarán con asfalto y luminarias
Ni el empresario pesquero más optimista hubiera soñado que sus prolongadas deudas con el municipio de General Pueyrredón se verían reducidas de un plumazo en un 80 por ciento. Esa industria mantiene con la comuna un pasivo de casi 40 millones de pesos en concepto de Tasa de Inspección Veterinaria, pero una ordenanza recientemente aprobada por el Concejo Deliberante lo redujo a poco más de 8 millones. Además, el cumplimiento del pago será con obras para el barrio Puerto.
Con esta resolución los procesadores de pescado contribuyen al mejoramiento de una zona postergada, cuyas calzadas sufren el constante transitar de los camiones transportadores de pescado. Pero también se ven beneficiados para el cumplimiento de las exigencias del mercado internacional.
“El mejoramiento de las calles y la infraestructura portuaria, al que irían destinados los 8 millones de pesos, forma parte
de las condiciones que impone la Comunidad Económica Europea para que los empresarios nativos puedan seguir exportando el recurso natural que explotan en mar argentino”, señala José Cano, concejal del bloque Autonomía Municipal y ex funcionario de la comuna.
Las compañías hitícolas se atrasaron en los pagos desde 2004, y especularon con una moratoria o una reducción de intereses, pero finalmente lograron lo que para ellos era algo difícil, aunque no imposible: cambiar la deuda por una contribución para mejorar una infraestructura que los favorece.
Desde la Muncipalidad jusifican el perdón, y arrojan dudas sobre la concepción de esa deuda, cuyo grueso “viene de la gestión anterior”.
Los principales impulsores de la norma fueron las cámaras empresariales y el delegado del puerto, Mariano Retrivi, quien responde al intendente, Gustavo Pulti. Además de ser delegado, Retrivi es miembro de la pesquera BP San Jorge S.A., situación que es denunciada por las fracciones políticas opositoras al jefe comunal.
“La empresa de Retrivi le debe al Municipio más de 100 mil pesos, y se va a beneficiar con el descuento en la deuda; por eso es la principal promotora de este proyecto de ordenanza en conjunto con las cámaras empresariales”, agrega Cano.
A pesar de que esta iniciativa beneficia al sector, no todos los representantes de la industria quedaron conformes. “Hay cinco empresas que se quejan porque deben 1.000 pesos y van a tener que pagar en las mejoras de las calles más de 20 mil ”, agrega el ex secretario de Hacienda de la gestión Pulti.
Por su parte, la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa (APyME) se manifiesta en contra de la medida porque “perjudica a los pequeños emprendedores que pagan sus impuestos y beneficia a quienes no pagaron y tienen recursos suficientes para hacerlo”.
El presidente de la Unión de Comercio, Industria y Producción (UCIP), Raúl Lamacchia, se muestra a favor de la condonación porque “el puerto necesita que se hagan obras y se promocione la industria pesquera, y con la reducción de la deuda se pueden hacer inversiones”.
Con el argumento de que no se les podría cobrar nada del pasivo, “el bloque oficialista privilegia el arreglo de las calles, pero no con los recursos propios, sino con la condonación de la deuda que las empresas deberían haber pagado hace tiempo”, admitió el concejal del GEN Guillermo Schütrumpf.
“El Municipio está complicado financieramente y necesita incorporar recursos genuinos, pero la cobrabilidad es muy baja. La comuna debe cobrarles a los poderosos y a los pequeños empresarios, a todos por igual”, se queja un edil opositor y empresario de otro rubro.
El secretario de Economía y Hacienda del Municipio, Mariano Pérez Rojas, considera que “la deuda esuvo mal determinada y nunca estuvo firme”. Agrega que “viene de la gestión anterior”, aunque reconoce que el intendente Pulti intimó a principios de 2008 a las empresas en cuestión. Para Pérez Rojas no se trata de una condonación de deuda, sino “una contribución -de las compañías- por mejoras” en el barrio Puerto.