10 de septiembre de 2010
POLíTICA Y SEGURIDAD
Policías comunales: la crisis bajo la gorra
El nuevo rol de los jefes comunales a cargo de su Policía Comunal les trae nuevos dolores de cabeza. Los desafíos de los otrora “intendentes del ABL” al enfrentarse mano a mano con el delito
Desde la implementación de las policías comunales, intendentes de tranquilas localidades de menos de 70 mil habitantes debieron asumir el comando de fuerzas de seguridad en su distrito. El paso que daban implicaba una transformación completa en el rol que venían llevando hasta ese momento, incluso abrían las puertas para ser criticados con dureza y atravesar crisis políticas de la mano del tema más sensible en la opinión pública de la Pro-vincia: la seguridad.
De acuerdo con la ley 13.210, las responsabilidades de los intendentes son diseñar “las políticas preventivas y las acciones estratégicas de la Policía Comunal de Seguridad, que impartirá al jefe de dicho Cuerpo para el desempeño de la fuerza policial, a través del funcionario que él podrá designar”.
Uno de los intendentes que más en serio se tomaron la consigna es Pablo Zurro, que, en medio de un clima enrarecido por el delito en Pehuajó, debió “descabezar” al 60 por ciento de la cúpula de la Policía Comunal, que se compone de cinco miembros. “El detonante fue un asalto a mano armada, a las ocho y media de la mañana, en una zona céntrica de Pehuajó. Por suerte se esclareció y están detenidos los autores, que no eran de la zona”, explica Zurro a La Tecla, y aclara que había “problemas que venían ocurriendo, pero llamé a una reunión de todas las fuerzas -Departamental, DDI- y se obtuvieron resultados en el trabajo diario que tenemos que dar contra la inseguridad”.
Zurro atravesó el pequeño cisma de la mano de medidas concretas y “mano dura” política. “Yo no culpo a nadie, pero me muevo por resultados; cuando no los tengo, con todos los que trabajan conmigo pasa esto. No responsabilizo a nadie, pero quiero resultados, no quiero charla”, manifiesta el intendente.
Otros distritos atravesaron situaciones parecidas a raíz de hechos vinculados a la inseguridad. En Villarino, el Concejo decidió reclamarle al intendente, Raúl Mujica, la urgente remoción de la comisaria Beatriz Scazzolla, jefa de la Policía Comunal, debido a los “magros resultados” en la lucha contra el delito. Tres Arroyos también debió descabezar su cúpula policial a raíz de delitos.
La contracara se da en Coronel Suárez. Allí, el intendente kirchnerista Ricardo Móccero se muestra más que satisfecho con los resultados que obtiene de la mano de la Comunal. “La Policía Comunal funciona realmente bien desde que tenemos recursos para manejarla. Cuando se implementó, de la mano de Felipe Solá, se trataba simplemente de un traspaso de responsabilidades sin recursos y no podíamos hacernos cargo”, analiza el alcalde. “En dos años hemos mejorado mucho nuestros índices de delictividad, que hoy están entre los más bajos, junto al de Lobos”, puntualiza.
Móccero insiste en que la responsabilidad de la lucha contra la inseguridad debe recaer en los jefes comunales. “Sería más fácil al primer delito culpar a la Provincia”, analiza, “pero hacemos lo contrario: asumimos reponsabilidad y hacemos las cosas”. Incluso participó, junto a otros intendentes, de un foro político de alcaldes que integran la Policía Comunal, que hizo fuerza durante 2009 para que no se suprimiera el sistema, como avisaban rumores que provenían de la capital provincial.