31 de diciembre de 1969
Gravísima acusación cont...
"Suéltenlos porque el intendente se va a enojar y los va a hacer echar de la fuerza"
El diputado provincial del FpV, Rubén García habló con La Tecla sobre las denuncias presentadas el luneas contra el jefe comunal de Avellaneda por los incidentes de 2005 durante una protesta de trabajadores municipales
El secretario general del sindicato de Trabajadores Municipales de Avellaneda y diputado provincial por el FpV, Rubén García, brindó detalles a La Tecla sobre las denuncias presentadas el lunes contra el intendente del distrito, Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera.
¿Cómo fueron los sucesos de 2005 en la Municipalidad?El 2 de noviembre de 2005 los trabajadores municipales de Avellaneda pretendimos hacer una asamblea en el palacio municipal. Veníamos de un largo conflicto gremial y nuestra protesta estaba informada ante el Ministerio de Trabajo de la Provincia y ante el Ejecutivo local. Una banda armada que estaba allí adentro salió al playón y nos tiró más de 20 disparos. Este personal no identificado, con armas de fuego, nos impidió ingresar al edificio. Para sorpresa nuestra, cuando llegó el secretario privado del intendente, esta banda comenzó a reprimir a los trabajadores. Hubo dos compañeros heridos de bala: uno de ellos es Miguel Gadea, un hombre de 30 años de trabajo, quien aún hoy tiene la bala calibre 22 alojada a 4cm del pulmón cerca de la médula. Como habíamos pedido seguridad a la Comisaría 1° de Avellaneda, los efectivos pudieron detener a dos de estos delincuentes.
¿Qué sucedió entonces?Los dos delincuentes quedaron detenidos por tres meses. La primer carátula fue “intento de homicidio y tenencia de armas de guerra”. Luego, por artilugios judiciales, la causa pasó de Lomas a Quilmes y cambiaron la carátula por “tenencia de arma de guerra”, nada más. Ese rótulo les da la posibilidad de que hoy anden libres por la calle. Apelamos a Casación y esperábamos el juicio oral porque tenemos más de 80 testigos y documentación que acreditan la responsabilidad ideológica del intendente. Pero para sorpresa nuestra, hace 25 días los dos delincuentes, los autores materiales del hecho, se declararon culpables.
¿Por qué cree que decidieron hacerlo?Es una estrategia de los abogados del municipio. Es para no llegar al juicio oral. Aunque nos frustra la posibilidad de demostrar quiénes son los autores intelectuales. Esto motivó que nosotros presentáramos dos denuncias. Una penal, muy valiente, de parte del trabajador Miguel Gadea, que pide que se investigue la participación directa del intendente Álvarez de Olivera, de su secretario privado, Daniel La Mármora, del subsecretario Recursos Humanos, Fabián Monzón, y del subsecretario de Gobierno, Gustavo Couzirá. Queremos identificar su grado de responsabilidad en el momento del hecho.
¿Cuál fue el accionar de los funcionarios municipales en el episodio?En la causa –que tiene 1000 fojas- hay dos valientes declaraciones de policías de la Comisaría 1° que detuvieron a los delincuentes con armas en mano. Relatan que los esposaron en la secretaría privada del intendente y que allí, el secretario La Mármora quiso obligarlos a que les sacaran las esposas y los dejaran sueltos. En la declaración señalan que les dijo: “suéltenlos porque el intendente se va a enojar y los va a hacer echar de la fuerza”. Es una barbaridad. Por eso no quieren llegar al juicio oral y que esto siga.
¿A qué apunta la otra denuncia?Como secretario general del gremio denuncio “abuso de autoridad y deberes de funcionario público, en concurso con malversación de caudales públicos”. El jefe comunal primero dijo que fuimos nosotros, después reconoció que hubo disparos, luego que “pudo haber gente adentro”. Más tarde dijo no conocer a esas personas. Finalmente se desubrió que Sandoval, uno de los delincuentes, estaba nombrado en la Municipalidad de Avellaneda. Era tutor de los chicos de la calle de Villa Tranquila, un lugar donde vive gente muy humilde. ¡Un personaje como este contratado para hacer estos servicios es tutor de niños de la calle!
¿Esta persona fue desafectada de la Municipalidad?¡No! Tenemos certificados que acreditan que mientras él estaba preso se le siguió pagando el sueldo. Primero le dieron licencia sin goce de haberes, pero como hoy tiene libertad provisional domiciliaria, no sólo que volvió a trabajar sino que le duplicaron el sueldo. Le dieron un premio por los servicios. Con el dinero de las tasas que pagan los vecinos el intendente de Avellaneda le paga el sueldo a los delincuentes.
¿Qué explicaciones dio el jefe comunal tras la denuncia? Ninguna. Se puede establecer un paralelismo entre el caso Neuquén y este. En Neuquén, el gobernador Sobisch, con su ideología neoliberal y fascista, se hizo cargo de la represión a los trabajadores de la ruta que culminó con el fusilamiento de Fuentealba. Salió en la TV diciendo que él dio la orden. En Avellaneda, un año antes, el intendente no dio respuesta. Dijo desconocer quiénes son los delincuentes y quedó demostrado que trabajaban para él en el municipio. Ellos se declararon culpables y el cobarde del intendente trata de no llegar al juicio oral. Y esto es mucho más grave, porque las personas que atentaron contra los trabajadores locales no pertenecen a ninguna fuerza de seguridad, son bandas armadas al servicio del intendente de Avellaneda. Es de una gravedad terrible.